El Fondo Monetario Internacional (FMI) continúa trabajando en el análisis de las cuentas públicas argentinas y ratificó la necesidad de aplicar un mayor ajuste fiscal, tanto a nivel nacional como en los estados provinciales.
A la vez, el presidente Eduardo Duhalde fijó el 14 de julio como fecha tope para firmar un nuevo acuerdo con el organismo de crédito multilateral con el objetivo de que arribe ayuda financiera, luego de la declaración de default en diciembre pasado bajo la presidencia del puntano Adolfo Rodríguez Saá.
La misión del Fondo Monetario que está en Buenos Aires, y que encabeza el inglés John Thornton, está focalizando su acción sobre el aspecto fiscal.
Entre otras cuestiones, el equipo del FMI analizó el superávit primario que obtuvo el gobierno nacional en mayo y puntualmente preguntó cómo se manejarán esos fondos excedentes, en virtud de la cesación de pagos en la que se mantiene la Argentina con acreedores externos e internos, pero no con los organismos de crédito como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el propio Fondo Monetario.
El FMI aguarda también un informe con las cuentas de las provincias al cierre del primer semestre del año en curso para poder determinar el volumen del déficit consolidado de estos distritos y las medidas que se aplican para eliminar el desequilibrio fiscal en los veinticuatro estados provinciales.
El déficit en las provincias
Al mismo tiempo, los técnicos del organismo multilateral de crédito quieren conocer de qué manera se van a absorber las denominadas "monedas de fantasía" (bonos como Patacones, Lecops,Cecor, entre otros) que existen en las provincias y se aplican básicamente al pago de salarios, aguinaldos y otras obligaciones, como deuda a proveedores.
Pese a que oficialmente se remarcó que solamente se trabajará sobre las características técnicas de un posible acuerdo con el organismo financiero y a pesar de las desmentidas oficiales, durante las conversaciones sobrevuela el fantasma de una exigencia para establecer un cronograma electoral preciso.
Es que los funcionarios del organismo internacional temen que un cambio de gobierno imprevisto destruya el actual trabajo y por lo tanto reafirman las exigencias, inclusive con un sobremargen que en otro contexto no formular.
Desmintiendo versiones
Por otra parte, el jefe del Estado, Eduardo Duhalde remarcó no saber de "dónde salieron las versiones" respecto de que el Fondo Monetario no quiere arribar a un acuerdo con un gobierno nacional de transición de la Argentina.
Duhalde afirmó ayer que "no hay motivos para que no se cristalice (el acuerdo) ya que Argentina cumplió con los requisitos del Fondo por lo cual el trato debe realizarse antes del 14 de julio".
Si bien el jefe del Estado dijo que Argentina puede salir sin la ayuda del Fondo Monetario, subrayó que si se acuerda con el FMI "sería mucho menos gravoso para la población, y mi responsabilidad es evitar sacrificios a los argentinos".
En este sentido, el primer mandatario manifestó: "Un acuerdo con los organismos internacionales permitiría que tengamos dinero imprescindible para prefinanciar exportaciones, para planes sociales que se pagan con acuerdos del Banco Mundial".
La Ciudad
