Técnicos del Ministerio de Economía, del Banco Central (BCRA) y de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que llegó al país la semana pasada, trabajaron ayer en dependencias del Palacio de Hacienda en la definición del plan monetario para el año en curso, admitieron voceros de Economía. Uno de los puntos para definir las pautas monetarias para este año y el 2003 estuvo centrado en cuál será el stock de clientes que optarán por los bonos y quienes se quedarán con la reprogramación de su dinero. Así el Central tendrá una idea de cuánto dinero podría llegar a emitir para cubrir la demanda de liquidez y que no caigan los bancos. Según se indicó, se trata de "reuniones de trabajo" con la gente del FMI coordinadas por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, en las que se analizaron las proyecciones de emisión monetaria, de recaudación, de inflación y de déficit. Al mismo tiempo, en la entidad rectora del sistema financiero se trabajaba en la reglamentación que permitirá a los bancos de plaza acelerar la devolución del dinero congelado por medio de los certificados de depósitos reprogramados (Cedro). De acuerdo con algunas estimaciones, del total del dinero atrapado en el corralito/corralón, unos 60 mil millones de dólares, un 30% podría optar por algunos de los títulos públicos que ofrece el gobierno. Aunque trascendidos previos habían dado cuenta de que se iba a realizar ayer una reunión entre el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el presidente del Banco Central, Mario Blejer, finalmente ese encuentro no se produjo. No obstante, el vocero ministerial consignó que Lavagna "estuvo esta mañana (por ayer) por unas horas en su despacho" para seguir de cerca la tarea de los técnicos. Del grado de avance que logre la tarea dependerá una posible reunión, en principio prevista para hoy, entre el ministro Lavagna, el titular del Central y el inglés John Thornton, quien encabeza la misión del Fondo Monetario a Buenos Aires. Al respecto cabe consignar que la delegación del FMI tiene previsto regresar a Washington el jueves, y que es objetivo de las autoridades económicas argentinas que para ese momento queden encaminadas las gestiones bilaterales con vistas a lograr un acuerdo en tres o cuatro semanas más. La totalidad del esquema ideado por el Ministerio de Economía para intentar desarmar el corralito, a su vez, depende de que la Justicia frene el drenaje de recursos por la vía de los amparos. Como hasta ahora la ley tapón no logró ese efecto, funcionarios de Hacienda estudian dar marcha atrás con la medida que permite usar los bonos para la compra de autos y casas, mientras por otro lado se insinúa que saldría en los próximos días. El problema se relaciona con la cantidad de dinero que deberá aportar el Estado para rescatar los bonos, para definir con precisión el programa monetario.
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