La devaluación no dejó prácticamente a ningún sector sin tocar. Las compañías de vida y retiro que durante la última década desembarcaron en el país apostando a la estabilidad y al crecimiento económico tropezaron con un duro revés en sus aspiraciones cuando se salió de la paridad uno a uno, y desde ese mismo momento se vieron obligadas a encontrarle nuevas fórmulas al negocio para que no desaparezca. Claro está que entre los perjudicados quienes se llevaron la peor parte fueron los asegurados, cuyas pólizas pactadas en dólares fueron pesificadas por decreto a 1,40.
El nuevo escenario lleva a los clientes a no aflojar en la lucha para que se reconozcan sus ahorros y a las compañías a demostrar hasta qué punto son solventes, lo que despertó una incipiente guerra en el sector y la amenaza de una concentración inminente.
De todos modos, no todos los productos que ofrecen estas empresas sufrieron el mismo nivel de impacto. En las rentas vitalicias previsionales (las pólizas que se desprenden de las AFJP cuando el afiliado accede a su jubilación), el golpe de la devaluación fue muy fuerte. Los clientes habían acumulado saldos en dólares en sus cuentas, pero las empresas -que se ajustan a lo establecido por el decreto 28.592 del 19 de febrero que pesificó los contratos a 1,40- les están devolviendo pesos a esa conversión.
De aquí en adelante estos segmentos de la actividad aseguradora no serán viables si no se habilita a las compañías a respetar los contratos originales, siempre que estén en condiciones de hacerlo. A nadie se lo puede tentar con una póliza en pesos por más actualización que se le ofrezca, y por lo tanto, la venta está suspendida.
Desde la Superintendencia de Seguros de la Nación, el organismo que controla al sector, reconocen que por ahora no ven con claridad qué activos pueden ofrecer las compañías a largo plazo en dólares y por lo tanto están dispuestos a esperar un reordenamiento del sistema financiero antes de retomar la actividad.
"Las empresas aseguradoras que ofrecen renta vitalicia (también lo hacen algunas AFJP) también tienen buena parte de sus fondos comprometidos con bonos del Estado, los que fueron pesificados", señalan desde distintas empresas del sector a la hora de explicar que por más que quisieran no tienen la posibilidad de devolver dólares a sus afiliados.
En el caso de los seguros de vida colectivos la afectación fue menos significativa tanto para los clientes como para las empresas, ya que éstos se pactan en pesos y los siniestros también se pagan en pesos. Si hay un parate en cuanto a la contratación de nuevos seguros es por la gran recesión, admiten fuentes del mercado.
Otro de los productos muy afectados es el de los seguros de vida individuales, cuyo mayor atractivo es la capitalización; incluso, este producto habilita al cliente a ejercer un rescate anticipado de su póliza. Acá también los asegurados acumularon dólares y de hecho eligieron esta alternativa por la "seguridad" que les ofrecían las compañías cuyas colocaciones se hacían en el exterior. Sin embargo, aquel que decida retirar anticipadamente su póliza no recupera billetes verdes sino pesos a 1,40.
En busca de alternativas
Advirtiendo que el negocio se terminará si no se ofrecen alternativas a esa magra oferta, la Superintendencia de Seguros de la Nación abrió una posibilidad por 180 días (que se vence en septiembre) para que las compañías presenten propuestas superadoras a la de la pesificación, con el fin de afectar lo menos posible a los clientes y no deteriorar el mercado futuro. Esto se hizo posible gracias a una modificación de la ley de entidades de seguros y control.
La mayoría de las firmas no presentaron aún sus proyectos de reestructuración. Entre las pocas que ya lo hicieron, el organismo de control aceptó la oferta de una de ellas, Mass Life, que propone respetar los contratos originales a los clientes siempre que éstos se comprometan a no rescatar las pólizas en los próximos cuatro años.
Otra propuesta que se analiza es la de devolver a los clientes sus fondos pesificados a 1,40 pero con una actualización, que podría ser CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) o CVS (Coeficiente de Variación Salarial).
También hay opciones intermedias, como la planteada por Prudential Seguros, que pesificó el ahorro de sus clientes al tipo de cambio libre vigente el día que salió el decreto de la pesificación, a razón de 2,10 pesos por cada dólar. Para acceder a esta posibilidad, el cliente se compromete a mantener su póliza como mínimo un año. Si cumplido ese plazo el asegurado opta por continuar la póliza en pesos se le ofrece una indexación por el CER, si va al dólar le ajustan su póliza por la evolución del tipo de cambio más el rendimiento que consiga la empresa.
Cabe destacar que existen empresas que no dejaron de pagar en dólares a sus clientes (son las menos) siempre que el contrato tenga fecha anterior a diciembre de 2001 y otras que se comprometen a hacerlo en el futuro.
Entre las primeras que mantuvieron los contratos originales se encuentra Zurich Eagle Star, que siguió reintegrando los dólares o pesos al tipo de cambio libre. Santiago Del Sel, director general de la compañía, destacó que "los fondos y pólizas se siguieron pagando desde diciembre a la fecha de la misma manera en que estaba pactados. Nosotros hemos invertido en instrumentos dolarizados y no sufrimos la devaluación del peso, así que en ese sentido no tenemos inconvenientes".
Zurich aprovechó el inicio de la "pelea" entre aseguradoras para fijar posiciones: "Lamentablemente muchas empresas están aturdidas y paralizadas por lo que pasó, yo les diría que se despierten", y agrega: "Este momento es una gran oportunidad para este sector, podemos mostrarnos como nunca como una alternativa muy viable de inversiones seguras".
En el caso de Principal Life, una aseguradora con importante presencia en esta región, les están sugiriendo a los clientes que "esperen para rescatar las pólizas" aguardando la oferta que harán a la Superintendencia "y que será superadora de la pesificación ya que tenemos nuestros activos invertidos afuera", señaló Klause Bohner, gerente de Principal.
También menciona que "nuestra apuesta es seguir brindando los servicios como lo hicimos hasta ahora y estamos seguros que sobrevendrá un proceso de concentración acelerado que se empezará a ver en poco tiempo".
El ejecutivo está convencido de que llegó el momento de demostrar qué empresas están en condiciones de responder y cuáles no: "En medio de esta crisis empezamos un proceso de expansión, ampliando nuestra red de profesionales. La apuesta es estar mejor que nunca cuando las cosas comiencen a moverse con mayor normalidad".
Respecto al programa de recepción de ofertas, Claudio Moroni, superintendente de Seguros de la Nación, dijo a La Capital : "Optamos por este camino porque si nos atenemos al decreto de la pesificación debemos devolver sí o sí los montos en pesos a 1,40 y para muchas compañías esta situación es muy injusta. El decreto niveló para abajo porque no tiene en cuenta las particularidades de cada aseguradora, pone a todas en la misma bolsa, y hay muchísimas en condiciones de superar esa propuesta ya que han diversificado muy bien su cartera e hicieron inversiones afuera", agrega.
Una vez que las empresas "blanqueen" su situación y se ponga sobre la mesa cuáles con las que pueden hacer mejores ofrecimientos para sus clientes y cuáles no, el mercado del seguro sufrirá un fuerte proceso de concentración.
"Las diferencias entre una empresa y otra no se inventan, existen, y de algún modo se está poniendo en claro eso", enfatiza Moroni respecto al efecto demoledor que tendrá, para ciertas empresas, la presentación de ofertas.
Moroni rescata el comportamiento que tuvieron las aseguradoras hasta el momento, sobre todo durante los primeros meses de la salida de la convertibilidad cuando debieron hacerle frente a un aluvión de denuncias, quejas y presiones de todo tipo por parte de los clientes, una situación que la mayoría de los consultados admite que fue "aflojando" en el último mes (ver aparte).
Sobre el futuro inmediato, el superintendente opina: "Estamos esperando que haya más claridad respecto al sistema financiero y así nos vamos fijando algunos objetivos que pueden parecer un poco pobres y seguramente no podrán conformar a todos. Lo que hay que rescatar es que el mercado del seguro se está comportando seriamente y la imagen frente al público no ha sido afectada tan fuertemente como en otros sectores. Hay un nivel de solvencia promedio muy importante, si no, no podrían estar soportando esto y haciendo planes".