Ubicados dentro del Parque Nacional Talampaya, al sudoeste de la provincia de La Rioja, en el kilómetro 144 de la ruta provincial 26 que nace en Patquía, se levantan los murallones de piedra rojiza del único cañón del mundo que no es producto de la erosión de un río.
Declarado recientemente Patrimonio de la Humanidad, el parque debe su nombre a la voz quichua que significa "río seco del Tala", que sintetiza las características de su paisaje y clima desértico. La región experimenta grandes amplitudes térmicas entre el día y la noche. Según los lugareños presenta más de 270 días de sol en el año, interrumpidos por las torrenciales lluvias de la temporada estival, época poco recomendada para visitar la zona.
A diferencia de otros cañones, Talampaya no es el resultado de la socavación de la piedra por el paso del agua, sino que sus murallas se erigieron a causa de levantamientos tectónicos. En cambio, las geoformas que integran su recorrido y la posterior erosión de los paredones, sí fueron consecuencia de la lluvia y el viento.
En los períodos Triásico y Pérmico, cuando la zona estaba cubierta de grandes extensiones lacustres, los aluviones acumularon en sus pendientes óxido y cenizas volcánicas que le dieron la coloración actual. El paisaje que no sufrió modificaciones desde mediados del terciario hasta el momento, presenta una vegetación escasa y achaparrada compuesta por jarillas, retamos, jumes y algarrobos y una gran variedad de animales como maras, chuñas, zorros, guanacos y pumas, entre otros.
Los visitantes pueden optar por tres tipos de recorrido que se realizan en camionetas para 8 personas, en mountain bike o a pie, todas ellas con guía incluido. Al cañón no pueden ingresar autos particulares, excepto quienes posean vehículos adecuados como camionetas o 4 x 4 que deberán contratar un guía para que los acompañe en el recorrido. En ese caso el costo del guía es por hora.
Los diferentes itinerarios varían en tiempo y extensión. El más corto tiene una duración de hora y media aproximadamente. En cada uno de los trayectos, los visitantes conocen un imponente escenario natural de gigantescos murallones que alcanzan los 150 metros de altura; enigmáticos petroglifos (grabados en piedra) que dejó el hombre prehispánico hace más de 500 años; animales salvajes y cóndores que sobrevuelan el paisaje rojizo.
Los turistas que no integren excursiones pueden acceder al parque desde Chilecito, por la ruta nacional 40; los que vienen de San Juan pueden hacerlo por la ruta 76 al igual que quienes viajen desde la capital riojana que deberán hacerlo por la ruta 38 hasta Patquía, tomar la 150 hasta el límite con San Juan y allí empalmar con la 76.
Recomendaciones
Tener en cuenta que cualquiera de los recorridos por el cañón tienen un costo fijo ya sea una u ocho personas las que contraten la excursión. Además cada persona deberá abonar 3 pesos por el ingreso al parque. El trayecto más corto tiene un costo de 60 pesos por camioneta (hasta 8 personas), el intermedio de 120 pesos por camioneta y el de mayor duración -recomendado para geólogos, paleontólogos y estudiantes- 160 pesos. Las excursiones se realizan de 9 a 17, todo el año.
Cerca de la ciudad de Villa Unión se encuentra un puesto de control sanitario que no deja ingresar frutas o verduras al valle. Además existen problemas con el abastecimiento de combustibles y no se aceptan bonos nacionales o provinciales para su pago.
Si no forma parte de un contingente es recomendable que visite la zona por la mañana ya que para poder alojarse deberá recorrer unos 50 kilómetros hasta la población más cercana. El puesto de control del parque cuenta con instalaciones adecuadas para comer e higienizarse pero no se permite la realización de campamentos ni la caza deportiva.