A juzgar por la foto que captó La Capital, la actividad en el comedor del Batallón no es muy intensa. Es más, queda flotando la duda si lo que se observa en la imagen es realidad o ficción. Los comensales se encuentran rígidos y en las bandejas no se observa ningún alimento. ¿Realmente utilizarán los soldados este lugar para almorzar o cenar? Cuando este diario llegó para tomar la foto un oficial hizo ingresar a los voluntarios y les ordenó ubicarse en esta posición. Dos flashes más tarde, se dio por concluida la sesión fotográfica y una olla apareció en escena. Aparentemente iban a almorzar allí. Sorprende que en invierno todos los días un cocinero circule por los largos patios del Batallón llevando una olla a cuestas. Quizás sea parte de un nuevo entrenamiento que el Ejército esté poniendo en práctica en los últimos tiempos. No se sabe, por ahora sólo queda flotando la duda. Eso sí, una imagen suele decir más que mil palabras.
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