| | Protestan en una comisaría por un asesinato Familiares de un vendedor muerto cuando era rehén de dos ladrones coparon una seccional de Llavallol
| Buenos Aires.- Los dos policías que participaron del enfrentamiento con dos delincuentes en el que murió un hombre inocente que había sido tomado como rehén en Llavallol declararon ayer como testigos ante la Justicia y fueron puestos en disponibilidad hasta que se resuelva su situación en el caso. Mientras, familiares, amigos y vecinos de la víctima, Claudio Barbarelli, irrumpieron ayer a la tarde en la comisaría 4ª de Llavallol, en Lomas de Zamora, donde revistan los efectivos involucrados en el episodio, e insultaron al personal de la dependencia al grito de "asesinos". El ministro de Seguridad y Justicia de la provincia de Buenos Aires, Luis Genoud, dispuso el pase a disponibilidad preventiva de los dos uniformados que participaron en el enfrentamiento, a los que un jefe policial identificó como el subinspector Eduardo Córdoba y el cabo primero Roberto Macuna. El hecho generó confusión, ya que un vocero policial había declarado que los uniformados habían sido trasladados a otra jefatura para desarrollar tareas administrativas y, a su vez, en la seccional se indicó que los efectivos involucrados se habían presentado a cumplir sus funciones. Durante el cortejo fúnebre de Barbarelli, sus familiares, amigos y vecinos pasaron por delante de la comisaría de Llavallol, en Euskalechea 277, donde, indignados, insultaron a los uniformados y reclamaron "justicia", mientras culpaban a los policías por haber disparado contra el rehén. Tras la inhumación de los restos de la víctima en un cementerio local, los familiares, más calmos, volvieron a la comisaría, donde fueron recibidos por el segundo jefe de la Departamental de Lomas de Zamora, el comisario inspector Mario Mijin. El jefe policial les aclaró que se había comunicado con Genoud y el funcionario le había dicho que los dos efectivos habían quedado en disponibilidad preventiva -una virtual suspensión- hasta que se aclare su responsabilidad en el caso. Y añadió el oficial que "si son responsables van a pagar por el hecho cometido". Los dos policías declararon como testigos ante el fiscal lomense Walter Lucero, a cargo del caso, quien aguarda el resultado de las pericias ordenadas sobre las armas que se utilizaron en el enfrentamiento, tanto las secuestradas a los efectivos como una pistola 9 milímetros y una 6.35 que tenían los detenidos, al igual que otros estudios planimétricos y la autopsia. Los mismos voceros indicaron además que el fiscal todavía no pudo tomar declaración indagatoria a los dos detenidos, identificados como Lucas Alberto Rodríguez, de 20 años, y Víctor Medina, de 21. Ambos se encuentran internados en el hospital Gandulfo, reponiéndose de las heridas de bala recibidas y podrían declarar hoy como imputados en la causa caratulada como "homicidio en ocasión de robo". (DyN)
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|