Año CXXXV
 Nº 49.510
Rosario,
sábado  15 de
junio de 2002
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Los problemas financieros de Brasil siguen al rojo vivo

El desembolso de 10.000 millones de dólares del FMI para Brasil y las nuevas medidas de ajuste anunciadas por el presidente Fernando Henrique Cardoso, que incluye la reducción de gastos y la adquisición de títulos con vencimiento en el corto plazo hasta 3 mil millones de dólares, generaron dudas entre los analistas, que consideran que las medidas permitirían una transición más tranquila, aunque condicionarán a su sucesor y podrían no alcanzar para detener la escalada del dólar. El real volvió a depreciarse, se pagó 2,715 por dólar, el riesgo brasileño fijó un nuevo récord y la bolsa de San Pablo (Bovespa) perdió 2,2%. El riesgo país se disparó hasta 1.326 puntos básicos, se ubicó en el tercer lugar del ranking de naciones peligrosas para los inversores. A esto debe sumarse la intervención del Central en 25 millones de dólares para parar la escalada de la divisa, índices tenebrosos para una economía amenazada.
La nueva asistencia financiera se sumará a los vencimientos de títulos de deuda interna que el presidente del Banco Central de Brasil, Arminio Fraga, acumuló en el primer semestre de 2003, los meses iniciales de la futura administración, tras el proceso electoral del próximo 6 de octubre.

Pesada mochila
La deuda se transformará en una pesada mochila para quien asuma la presidencia que, según indican las encuestas, podría quedar en manos del líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva, quien vería fuertemente condicionada su gestión de gobierno.\Esta semana el ministro de Hacienda de Brasil, Pedro Malán, anunció que el país recurriría a derechos especiales de giro que tiene en el FMI por valor de 10.000 millones de dólares, y que el Fondo autorizaría el uso de 5.000 millones de dólares adicionales de las reservas brasileñas, todo lo cual se concretaría el próximo martes, en una decisión tan rápida que evidencias contrastes con la morosidad que demuestra el organismo con la Argentina.\Ayer, el Banco Central de Brasil anunció la elevación del encaje bancario, que pasa del 10% al 15% del total de los depósitos, con lo que espera contener la liquidez de los bancos y, consecuentemente, su apetito por dólares.\Por su parte, el delegado del FMI en Brasil, Rogerio Zandamela, afirmó, en línea con lo que el organismo propone invariablemente, que el gobierno de Cardoso debe mantener una severa política de ajuste fiscal y monetario.\El funcionario del Fondo consideró "en la dirección correcta" las medidas anunciadas por el gobierno brasileño para enfrentar la volatilidad de los mercados.\Por su parte, Lula denunció hoy el "terrorismo económico" utilizado en su contra para justificar el nerviosismo de los mercados que han llevado a una fuerte depreciación del real y que los analistas del "establishment" atribuyen al liderazgo del candidato del PT en las encuestas.\Lo cierto es que los analistas reconocen que tanto estas turbulencias como las medidas anunciadas por el equipo económico de Cardoso para conjurarlas han levantado un fuerte cerrojo para el próximo gobierno, ya sea que lo encabece Lula o Serra, con la intención de garantizar la continuidad de la actual política económica y monetaria.


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