| | cartas País destrozado y sueño roto
| El miércoles a la madrugada tuve un sueño. Soñé que el "Piojo" López le daba al balón el efecto correcto y la pelota se clavaba en el ángulo derecho del arquero sueco. Soñé que Ortega enganchaba para adentro, desparramaba a los defensores y convertía el ansiado 2 a 1. Soñé que Batistuta y Crespo juntos, que Gallardo en la cancha y que Caniggia, sin insulto mediante, se plantaban en el césped y nos iluminaban la cara. El sueño se tornó pesadilla y en la hora ciega en que la noche espera el día, me encontré con la vida. En mis manos estaban 18 millones de pobres, la clase media vencida y sometida, políticos teñidos de sospecha, nombres de jueces anotados en servilletas y sindicalistas de grandes patrimonios que viajan al extranjero con el dinero "ganado". Quise volver a la pesadilla -aunque "la redonda" se quedara afuera, aunque me quedara con las ganas de verlo ganar a Bielsa-, pero no puedo; es mejor esta dura realidad a un espejismo usado para calmar las angustias. Miro a mi hijo desconsolado, a mi amigo con lágrimas por el fracaso futbolero. Miro mi vida y miro mi Argentina, tengo entre las manos un país destrozado y un sueño roto. Jorge Albornoz
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