El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó ayer que un equipo técnico "de avanzada" llegará mañana a la Argentina para iniciar conversaciones encaminadas a lograr un programa económico respaldado por el organismo. Pocos minutos antes del comunicado de Washington, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, ya había asegurado la llegada del equipo negociador, un status que el Fondo más tarde recortó levemente por el de "avanzada negociadora". "El FMI está enviando un equipo de avanzada para la negociación hacia un programa apoyado por el Fondo, que llegaría a Buenos Aires este jueves", dijo el FMI en un comunicado difundido ayer. Por otra parte, varias fuentes del organismo han dicho que el FMI aún no está listo para enviar un equipo completo de negociación. Esta vez no será de la partida el hindú Anoop Singh -recientemente ascendido en el organigrama del FMI-, y estará al mando de la misión John Thorton, quien permanecerá en el país por un período que aún no fue establecido, pero que se estima en 15 ó 20 días. En esta discusión respecto de si el equipo negociador que llega mañana es negociador o no, fuentes del organismo internacional dejaron trascender que el diálogo fino respecto de un acuerdo crediticio comenzará recién el día que Singh viaje a la Argentina. Desde hace semanas, el gobierno argentino ha esperado ansioso el arribo de la misión negociadora del Fondo, pero hasta el momento Lavagna no lograba convencer a la primera subdirectora gerente del organismo, Anne Krueger, para que la enviara. Ayer, el jefe de Hacienda volvió a hablar por teléfono con la funcionaria. Hace semanas que Argentina insiste en que ya cumplió con todas las exigencias impuestas por el FMI, que incluyeron reformas a la ley de quiebras, la derogación de una norma que penaba delitos económicos y un compromiso de las provincias para bajar su gasto público. Sin embargo, el FMI no está conforme con el modo en que fue derogada la ley de subversión económica, dado que algunos artículos de esa norma -que el organismo sostiene que generan "inseguridad jurídica"- fueron incorporados en el Código Penal. Por estas horas, el presidente Eduardo Duhalde debate si vetará los artículos que objeta el FMI en la derogación de la ley, lo que podría ser duramente criticado por el oficialismo, que dio de baja la norma a regañadientes. Argentina necesita la ayuda del FMI para no caer en un incumplimiento de pagos con el propio organismo y otras entidades multilaterales, lo que dejaría al país sin la última fuente de financiamiento que posee tras entrar en moratoria en el pago de su deuda a fines de diciembre. "Por supuesto que quisiéramos acordar ya, si esto fuera posible, porque cada día que pasa el país se atrasa en el camino de la recuperación de su economía", explicó el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof. El gobierno también necesita el acuerdo porque abriría las puertas a financiamiento bilateral con otros países o de bancos privados para prefinanciar exportaciones. El FMI no sólo planteó sus diferencias respecto de la derogación de la ley de subversión económica sino también acerca de cómo el gobierno anunció que levantaría el corralito. Fuentes ligadas al organismo en Washington dijeron que pese a que el FMI no confirmó que las negociaciones con Argentina comenzarían el jueves, esto podría ocurrir si Lavagna les informa a los enviados que Argentina ha hecho avances en cuanto a las diferencias. Al respecto, el vocero presidencial, Eduardo Amadeo, aseguró ayer que "estamos en la última etapa previa a la negociación definitiva" con el Fondo. "Hemos cumplido con las condiciones, se trata ahora de empezar a discutir economía, diversas miradas acerca del programa económico que se está implementando", explicó. Amadeo remarcó que "nuestra información es que esto va a terminar bien", y agregó que "desde el punto de vista estructural hemos cumplido; ahora estamos en lo técnico y como tal, se discutirá entre técnicos". Amadeo también afirmó que el veto que hará el Ejecutivo a algunos aspectos de la derogación de la ley de subversión económica "está fuera de la discusión con el FMI", a pesar de la coincidencia en ese sentido con lo que reclama el organismo internacional. En la misma línea, el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, consideró que un supuesto "traspié" del gobierno en este tema "parecería más una expresión de deseos de un par de (medios) económicos".
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