El ministro de Hacienda de la provincia, Juan Carlos Mercier, dio prácticamente por caído el crédito del Banco Mundial (BM) al asegurar que "a esta altura seguramente se va a replantear toda la negociación" con los organismos internacionales de crédito. En este escenario, el funcionario relativizó el aumento de la recaudación santafesina en mayo (ver aparte) y aseguró que se está trabajando en una reasignación de partidas para cumplir con el pacto que obliga a reducir el 60% del déficit provincial, lo que implica un recorte cercano a los 100 millones de pesos. En diálogo con la prensa santafesina, se mostró pesimista respecto de la liberación de los 180 millones de dólares correspondientes al segundo y tercer tramo del crédito acordado con el BM el año pasado. El default del gobierno nacional paralizó el envío de los fondos por parte del organismo que debía haber girado en marzo pasado unos 50 millones de dólares. De allí la presión que ejerció el gobernador Carlos Reutemann para que el presidente Eduardo Duhalde cumpliera con las condiciones exigidas por el FMI para firmar un acuerdo, que liberara todos los préstamos suspendidos. Para Mercier, el hecho de que el organismo envíe una misión técnica tendiente a sentar las bases de una negociación, no es garantía para recibir la plata del BM. "Creo que a esta altura el crédito pendiente del Banco Mundial no va a bajar, ya que hay una reprogramación de todas las líneas de financiamiento", dijo y explicó que "si hubiera habido una demora de uno o dos meses con todas las metas que nosotros habíamos cumplido el año pasado, el desembolso al menos del segundo tramo casi habría sido automático" pero hoy "a medida que van pasando los meses, esa situación desaparece porque seguramente se va a replantear la renegociación de todos los créditos". El problema para el gobierno provincial es que los 180 millones de dólares de ese préstamo habían sido contabilizados en uno de los escenarios propuestos en el presupuesto para este año. Allí también se aclaraba que sin la llegada del crédito y con caída de la recaudación, el ajuste que debería realizar el Estado para cumplir con las pautas presupuestarias podría ubicarse entre los 300 y 500 millones de pesos. Ayer, Mercier estimó que al menos 100 millones de pesos habrá que reducir para cumplir con el preacuerdo fiscal firmado con la Nación, que establece un recorte del 60% del déficit de 2001. De acuerdo a los cálculos que venía manejando la provincia, este recorte sería suficiente en caso de que aumente la recaudación propia y que la Nación cumpla con lo que le prometió girar a Santa Fe. El otro frente que se abre es la necesidad de cumplir con las pautas acordadas con el Banco Mundial en momentos de suscribir el crédito. Hasta ahora Mercier se ha esforzado por mantener a tono las reformas exigidas por el organismo pero la situación macroeconómica ya obligó a cambiar algunos proyectos. Un ejemplo es la postergación para vender la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Por el lado de la recaudación propia, el mes de mayo registró el primer aumento interanual en 20 meses. Sin embargo, Mercier relativizó esos números y aclaró que hay que esperar al menos tres meses para ver si se trata de una tendencia firme. Por otra parte, indicó que el Ministerio que encabeza está trabajando en la reasignación de partidas presupuestarias. "Desde hace un año venimos dando prioridad a los gastos sociales del Estado en detrimento de otras partidas, como obras públicas". Añadió que Hacienda también está intentando reprogramar deudas con algunos bancos a través de la no amortización de capitales y el pago de intereses. "Son reasignaciones de partidas que realizamos en la medida de las posibilidades", dijo. Respecto del monto de la meta de reducción del déficit acordada por Santa Fe en la carta de intención firmada con la Nación, Mercier precisó que dicho recorte "está en poco más de 100 millones de pesos".
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