Tiempo de revancha

Domingo Cavallo no piensa olvidar fácilmente los momentos de depresión que pasó cuando estuvo encerrado en Campo de Mayo. Ni bien salió, Alfredo Castañón (dirigente de Acción por la República) anunció que el ex ministro "seguirá en política, no tanto para llegar a ser presidente, pero sí para sanear el sistema judicial argentino".
Cavallo se quiere cobrar el escarnio de haber estado preso, de haber tenido que cambiar un viaje a EEUU, donde iba a dar varias conferencias (por las que iba a cobrar miles de dólares), por una estrecha celda. El primer paso será iniciarle acciones legales y una demanda civil contra el juez en lo penal económico Julio Speroni (quien ordenó su arresto) y la fiscal Alicia Sustaita.
Luego de que la Cámara de Apelaciones en lo Penal Económico revocara la resolución mediante la cual Speroni dictó el procesamiento y la prisión preventiva de Cavallo por su presunta responsabilidad en el contrabando de armas, los abogados del ex ministro anunciaron que podrían reclamar una indemnización por daños ante la Justicia civil.
Luego de considerar que fue un "absurdo que Cavallo haya estado un solo día, un solo minuto preso", el abogado Alfredo Castañón deslizó: "Tenemos que ver qué hacemos con Speroni, qué hacemos con Sustaita. La idea no es sólo hacer una denuncia en el Consejo de la Magistratura, sino que es imperioso iniciarles un juicio por daños y perjuicios.
Pero los cañones del cavallismo no sólo apuntan al Poder Judicial. El Ejecutivo también está en la mira. El mismo Castañón aseguró que el presidente Duhalde "no podía ignorar la reunión que habría mantenido a principios de año el jefe de Side, Carlos Soria, con distintos jueces" para ordenarles supuestamente -según sostiene Cavallo- que metieran preso al ex ministro para satisfacer así una demanda de la gente, irritada por el corralito. "Duhalde es responsable, (sólo) mira por otro lado", disparó luego.
Castañón se manifestó convencido de que existieron maniobras ilegales en la venta de armas a Croacia y Ecuador, realizadas durante el gobierno de Carlos Menem, pero insistió en defender a Cavallo y se quejó de la actitud de la sociedad argentina que, en distintas encuestas, se manifestó decepcionada por la liberación del ex funcionario.