Pocas enfermedades merecieron tanta literatura como el cáncer en los últimos años, gracias entre otras cuestiones a las investigaciones y a la velocidad en que corren los resultados. El diario "The Washington Post" publicó recientemente que las mujeres que trabajan de noche corren mayor riesgo de contraer cáncer de mama. El periódico citó dos estudios finalizados en Estados Unidos que señalaban que la exposición a la luz eléctrica por la noche elimina la producción de melatonina, hormona que fabrica el organismo cuando no hay luz. La Organización Mundial de la Salud (OMS), también hace poco, advirtió que fumar no es un juego sino una adicción que en el 2030 cobrará 10 millones de muertes anuales. La Sociedad Argentina de Cardiología señaló que los riesgos de padecer un infarto -primera causa de muerte en el país- se incrementa entre tres y cinco veces en los hombres que fuman, y todavía más en las mujeres. Una investigación de la Universidad de Carolina del Norte, en los Estados Unidos, comprobó que consumir con frecuencia el ajo reduce a la mitad el riesgo de padecer cáncer de estómago y en un 66 por ciento la posibilidad de desarrollar cáncer de colon. En tanto, en la última conmemoración del Día Internacional del Niño con Cáncer, los especialistas indicaron que gracias a los avances el 70 por ciento de los casos de cáncer infantil tiene posibilidades de cura. En esa línea se inscribió la última frase del entrevistado de La Capital, el oncólogo Luis Fein: "Cada vez hay más pacientes que sobreviven largo tiempo; se trata de un claro mensaje de esperanza que hay que dar a la gente".
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