París. - Terminó en Francia la campaña electoral para el primer turno de las elecciones legislativas que se cumplirá mañana, y los principales sondeos prevén un triunfo de la coalición de centroderecha del presidente Jacques Chirac. El reelecto mandatario pidió repetidamente que los franceses eviten una nueva cohabitación, como la que compartió con el premier socialista Lionel Jospin desde 1997 y hasta el mes pasado, cuando el líder de la izquierda fue imprevistamente desplazado del ballotagge presidencial por el ultraderechista Jean-Marie Le Pen. Pero el gran número de candidatos independientes y una posible alta abstención pueden dar una sorpresa.
Según varios estudios dados a conocer ayer por los medios franceses, la gente oirá el pedido presidencial: se prevé que luego del segundo turno la coalición que lidera Chirac se quedará con la mayoría parlamentaria, desplazando a la izquierda que hasta ahora detentaba ese lugar que da derecho a formar gobierno.
Según las proyecciones del sondeo del instituto Ipsos publicado por el diario Le Figaro, que da ganadora a la derecha "parlamentaria", o sea, a la del presidente Chirac, la distribución de bancas en la nueva Asamblea Legislativa gala (577 bancas, sin contar las de los distritos "de ultramar") quedaría del siguiente modo, luego del segundo turno del 16 de junio: Frente Nacional, de 0 a 4 escaños; derecha parlamentaria, de 339 a 381; izquierda (Partido Socialista y socios), 174-216 bancas.
El sondeo Ipsos da un 40% de votos para los candidatos del centroderecha en el primer turno de mañana y 36% para la izquierda (PS, PC, verdes y diversos pequeños partidos).
El sondeo muestra una "ausencia de dinámica en favor del Frente Nacional", que cae ligeramente a 13%. Este porcentaje, de confirmarse en las urnas, marcaría un retroceso del partido de Le Pen respecto a las legislativas anteriores de 1997. En este caso, el FN no podría lograr lo que hizo entonces: pasar al segundo turno en 132 colegios (sobre 577), causando 76 "triangulares" (cuando al ballotagge legislativo pasan más de dos candidatos, ya que, a diferencia de las presidenciales, tienen una segunda opción todos los candidatos que superan el 12,5%)
En este segundo turno los sondeos indican 52% para la derecha parlamentaria contra 48% de la izquierda, en aquellos distritos donde sólo pasen los dos candidatos más votados mañana. En caso de "triangulares", la derecha mantiene su distancia, con 45% contra 39% de la izquierda y 16% del FN, siempre según el sondeo Ipsos.
Otro sondeo no da ventaja a la derecha, sino que pronostica un virtual empate en porcentajes, pero igualmente otorga la victoria en escaños al centroderecha. Para el instituto CSA la derecha y la izquierda estarían empatadas en la primera vuelta con un promedio de 35% mientras que el Frente Nacional recibiría 15%. CSA estima que la derecha obtendría entre 350 y 410 escaños, la izquierda de 156 y 222 y la extrema derecha, entre 0 y 2.
Un tercer sondeo, del instituto Louis Harris, indica que un 49% de los franceses desea que el presidente Jacques Chirac obtenga mayoría y disponga de un bloque parlamentario fuerte y coherente. En cambio, un 36% de los franceses desea lo contrario a fin de que haya un equilibrio frente a los poderes del presidente de la República.
En principio, los electores franceses rechazan una nueva cohabitación entre un presidente derechista y un gobierno izquierdista. Siete de cada 10 electores declaran haber tomado ya una decisión, pero quedan las incógnitas derivadas de la dispersión de las candidaturas y de la abstención.
Incluso una cuarta parte de los electores izquierdistas rechazan una nueva cohabitación, que consideran paralizante entre un presidente y un gobierno políticamente adversos.
Récord de candidatos
La incógnita sobre la composición del Parlamento puede venir del número récord de candidatos a diputados. Son 8.450 para 577 bancas, lo que representa un tercio más que en 1997. Solamente un poco más de la mitad militan en los grandes partidos. De ahí el riesgo de dispersión que podría favorecer al Frente Nacional. Además, la abstención es tradicionalmente más fuerte en las legislativas que en una presidencial y esta tendencia podría acentuarse debido a que el resultado, conocido con anticipación, podría desmotivar a los electores, sin contar con la fatiga que produce la proximidad de las dos elecciones a doble vuelta, la presidencial y la legislativa.
Esta primera vuelta sólo debería, en realidad, preparar la segunda del 16 de junio, que será decisiva: el número de diputados elegidos en la primera vuelta no cesa de disminuir, pasando de 157 en 1981 a apenas 12 en 1997. (AFP)