Funes. - "Ser intendente es desgastante. Manejar un municipio es muy complejo y hoy el tema social es difícil. La desocupación es cada vez mayor y a la gente le falta para comer, en Funes tenemos chicos con desnutrición", aseguró el jefe de gobierno, Juan Míguez, al analizar la cruda situación social y económica por la que atraviesa la ciudad, y agregó: "En las ciudades chicas atendemos personalmente a la gente y con lo que nos cuenta, uno termina psicológicamente destruido".
"Cuando empezó el corralito iniciamos un plan de gobierno cuya prioridad sería la salud y la educación. En las escuelas detectamos bolsones de pobreza y consideramos que era necesario que los chicos fueran a la escuela donde tienen los comedores, sino la desnutrición iba a crecer".
"Nos pusimos en campaña junto con una asistente social y los directivos de los colegios. Equipamos con zapatillas, mochilas, bolsones de útiles y guardapolvos a 800 chicos, y hoy podemos decir con orgullo que prácticamente no tenemos deserción escolar".
El jefe comunal puso como ejemplo de la crisis social a la escuela 1.061 ubicada en zona rural. Asisten 250 alumnos y en su comedor almuerzan 200. "La directora me comentó que luego de un fin de semana largo, los chicos se descompusieron al volver a clase, porque en cinco días prácticamente no habían comido en sus casas".
Funes tiene tres comedores donde se suministran casi 800 raciones diarias. "Mantenerlos no es fácil", aseguró Míguez para agregar: "La provincia le había quitado la copa de leche a la Escuela Fiscal Nº 125 que cuenta con 1.100 chicos, pero por suerte volvió a darla, eso ayuda a mitigar el hambre".
En Funes las escuelas son sostenidas por el municipio y sus cooperadoras, la provincia solo paga los sueldos y la copa de leche. La comuna les manda porteras, electricistas, pinta las aulas, corta las malezas y paga el Fondo de Asistencia Educativa (FAE).
Un pueblo con salud municipal
Míguez está convencido de que hay que descentralizar: "Tarde o temprano los municipios van a manejar las escuelas y la salud. El presupuesto que destina la comuna es de 45 mil pesos y con esos fondos se mantienen tres dispensarios. Por mes disponemos de casi cuatro mil pesos para remedios, en su mayoría van a los jubilados que están prácticamente desprotegidos por el Estado. También estamos cubriendo las necesidades de los nuevos pobres de la sociedad, es decir, la clase media que se quedó sin trabajo y obra social", señaló.
"No recibimos remedios -agregó- ni fondos provinciales, solo nos envían leche desde el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria pero tenemos mucho apoyo de visitadores médicos, incluso atendemos a vecinos de Roldán que vienen a nuestros dispensarios porque tenemos todas las especialidades, laboratorio de análisis y rayos".
"El Banco Mundial nos auditó y nos incluyó en el fondo de salud, porque ellos consideran que la asistencia sanitaria debe ser manejada por el municipio con el apoyo de las cooperadoras de cada dispensario", aseguró Míguez y afirmó: "El intendente sabe los problemas de cada vecino, no nos pueden manejar desde Santa Fe o la Nación".
El mandatario fue más allá al opinar que "El sistema de Servicio de Asistencia Medica a la Comunidad (Samco) no funciona, porque los fondos vienen de la provincia cuando tendrían que ser recaudados y manejados por la comuna y la sociedad. En siete años de gestión, el gobierno provincial sólo nos dio una ambulancia, nuestra salud funciona con la tasa asistencial de 3,10 pesos que paga mensualmente cada contribuyente".
En Funes hay un 14 por ciento de desocupación: "Tomando como referencia los conurbanos del país, somos los que mejor estamos. San Lorenzo tiene 35 por ciento, Puerto San Martín 40, Pérez 35 y Rosario entre un 28 y 30 por ciento", referenció el intendente.
La Ciudad
