Con una derrota en cinco sets, de esas generalmente calificadas como dignas, el tenista argentino Gastón Gaudio, número 34 en el ránking mundial, terminó ayer su aventura en Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada 2002. El verdugo de Gaudio, en los octavos de final, fue el español Juan Carlos Ferrero, 11 en el mundo y semifinalista en las últimas dos ediciones del abierto de Francia, por 6/7 (3/7), 6/1, 6/7 (5/7), 6/2 y 6/4 en tres horas y 50 minutos de partido. El Gato Gaudio tuvo todo para ganar. En el quinto set, el jugador dirigido por Martín Jaite contó con una importante ventaja de 2/0 y 3/1, pero esa clara ventaja se evaporó en cuestión de minutos y no pudo recuperarla, aunque contó con tres chances de quebrar a Ferrero en el octavo game. El español recién pudo cerrar el partido en el tercer match point -el primero con su servicio- cuando una pelota del argentino se quedó en la red. "Me acalambré. Podía correr hasta ahí nomás, pero no podía saltar. Cuando sacaba, desde la mitad del cuarto set, me molestaba mucho", dijo Gaudio. Gaudio cometió 105 errores no forzados y 11 dobles faltas. Un dato importante sobre el saque del argentino, su peor golpe, más allá que lo haya mejorado en el último tiempo, fue la gran cantidad de break points con los que contó Ferrero. Veintinueve en total, aunque apenas concretó 8. En cuanto a los tiros ganadores hubo 49 del argentino contra 58 del Mosquito, quien enfrentará en cuartos de final al estadounidense Andre Agassi, quien superó apretadamente al francés Paul Henri Mathieu por 4/6, 3/6, 6/3, 6/3 y 6/3. En tanto, otro tenista local, Sebastien Grosjean superó al belga Xavier Malisse por 6/2, 7/5 y 6/3, mientras que el también local Arnaud Di Pasquale no pudo sostener el ritmo que lo llevó a ganarle el primer set al ruso Marat Safin y se despidió del torneo con una clara derrota en cuatro sets. El verdugo de David Nalbandian se impuso por 3/6, 6/4, 6/3 y 6/2. Safin y Grosjean se verán las caras mañana por un lugar en las semifinales y el vencedor chocará contra el dueño de la llave -que también disputarán mañana- compuesta por Agassi y Ferrero.
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