El gobierno estadounidense admitió en un informe sobre cambio climático remitido a Naciones Unidas los efectos nefastos del recalentamiento global, aunque sin modificar la posición del presidente George W. Bush, quien rechaza el Protocolo de Kyoto de reducción de emisión de gases. Y por el contrario, propone adaptarse a los cambios climáticos. En este informe de 268 páginas Estados Unidos reconoce por primera vez que el recalentamiento del planeta es el resultado de la acción humana y más específicamente de la quema de combustibles fósiles. La Agencia de Protección Ambiental (EPA), autora de este tercer "Informe sobre el clima", advierte que el país sufrirá las consecuencias de este recalentamiento, especialmente en lo que concierne a las reservas de agua, el aumento del nivel de los océanos y el desarrollo de enfermedades resultantes de temperaturas más elevadas. "Algunos bienes y servicios perdidos por la desaparición o la fragmentación de ecosistemas naturales serán probablemente muy costosos e imposibles de reemplazar", señala el informe. "Las temperaturas en Estados Unidos aumentarán entre 3 y 5 grados centígrados en promedio durante el siglo XXI", estima la EPA, que se basa en proyecciones mundiales de crecimiento de las emisiones de gases que producen el efecto invernadero. Entre los efectos del calentamiento en Estados Unidos, los autores del informe estiman que "algunos ecosistemas de pasturas en las montañas rocosas van probablemente a desaparecer por completo en ciertas zonas. Otros ecosistemas como los bosques del sudeste van probablemente a conocer modificaciones en sus especies". El agua, agrega el estudio, "es un problema en todas las regiones, pero la naturaleza de las vulnerabilidades es variable. La sequía es un tema de inquietud prácticamente en todas partes. Las inundaciones y la calidad de las aguas son preocupantes en numerosas regiones". "El cambio climático y la subida del nivel del mar que ello provoca va probablemente a exacerbar las amenazas a las viviendas, carreteras, líneas eléctricas y otras infraestructuras", según la EPA. Sin embargo antes que llamar a una reducción de las emisiones, como propone el Protocolo de Kyoto ratificado el viernes por la Unión Europea, la EPA recomienda adaptarse a los efectos considerados inevitables de este recalentamiento, que es el resultado de varias décadas de emitir desechos a la atmósfera, destaca la agencia. El informe sugiere tomar en cuenta los nuevos riesgos, principalmente perfeccionando el sistema de reciclaje de las aguas y construyendo más refugios en previsión de violencias climáticas. La EPA recuerda la posición de la Casa Blanca sobre gases de efecto invernadero anunciada en febrero y que, antes que optar por una reducción en términos absolutos de las emisiones, se compromete a reducirlas (18% antes de 2010) en términos relativos respecto del Producto Nacional Bruto de Estados Unidos, una manera de no atentar contra el crecimiento del país, según el presidente Bush. (DyN)
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