| | Otro detenido por la masacre de una familia Es el tercer preso por el crimen múltiple perpetrado en Avellaneda. Aún queda un prófugo
| Buenos Aires.- Los tres sindicados autores de la masacre de una familia en Avellaneda, descubierta el pasado miércoles, se encuentran detenidos y sólo le resta a los investigadores detener a un cuarto hombre que colaboró en el incendio posterior de la vivienda. El tercer detenido fue localizado en la madrugada de ayer en el partido de Florencio Varela y es la persona que -según confió uno de los investigadores- habría cometido el crimen de los cuatro miembros de la familia Galván, junto a los ya apresados Claudio Zier y Jorge Valdez. "Este era el último que nos faltaba agarrar, de los tres criminales que, para nosotros, son los autores materiales de los cuatro asesinatos en la casa", dijo la fuente. El hombre, cuya identidad se mantuvo en reserva, fue detenido en el marco de una serie de allanamientos realizados por la policía en Florencio Varela. En los operativos además recuperaron los dos colectivos ilegales, propiedad de Miguel Galván, el padre de la familia masacrada para quien trabajaba como chofer uno de los detenidos, Claudio el Polaco Zier, sindicado como el "mentor" del crimen. Los investigadores policiales trabajaron desde un principio en la hipótesis de que el móvil del crimen estaba relacionado con la actividad de Galván y llegaron a la conclusión de que se trató de "una venganza por cuestiones laborales". "Nos enteramos que Zier habría sido despedido por Galván porque se le había roto uno de los dos micros, y eso, sumado a que al chofer se le debía algo de dinero -100 pesos-, podría haberlo movilizado a cometer esta locura con algunos cómplices", reveló una fuente policial. La policía también encontró hoy, en el domicilio de un amigo de Zier, al perro de la familia Galván que hasta ayer se dijo que había sido encontrado degollado en la casa incendiada. Los tres detenidos del caso están acusados por el "cuádruple homicidio, agravado por alevosía" -delito que prevé prisión perpetua- de la familia que el miércoles pasado fue encontrada asesinada luego de que los bomberos apagaron un incendio en su vivienda del pasaje Virasoro al 100, en el partido de Avellaneda. Las autopsias revelaron que Miguel Galván fue asesinado de cuatro tiros en la cabeza; su esposa Marina Moreira, de 19 puñaladas; su beba de tres meses, asfixiada con una toalla introducida en la boca y con una bolsa en la cabeza; y la otra hija de la pareja, de seis años, estrangulada. Todos fueron golpeados con una maza. Los forenses estimaron que los cuatro murieron el martes 21 de mayo, pero una semana después -el martes pasado por la noche-, los criminales volvieron al hogar para incendiar la casa y borrar evidencia. Esos movimientos fueron observados por vecinos que reconocieron y vieron cómo Zier ingresaba a la casa, de donde provenían olores nauseabundos que el chofer justificaba afirmando que eran del perro. Zier, de 25 años, fue capturado el jueves en Florencio Varela mientras conducía un automóvil Renault 19 robado, en el que cargaba tachos de pintura con los que había cambiado el color del rodado. Pero lo que más lo comprometió fue el revólver calibre 22 con el que, se presume, mató a Galván y unos bidones con restos de combustible, similares a los que se encontraron en la vivienda de Avellaneda incendiada, que le fueron secuestrados en el auto y en su domicilio de Florencio Varela. El segundo detenido, Jorge Valdez, de 20 años, fue descubierto en la madrugada de anteayer en la casa de un familiar y es un mecánico, amigo personal de Zier. Una fuente policial indicó que "a pesar de que aún no fueron indagados, los detenidos ya se quebraron y dejaron entrever su participación en el crimen". (Télam)
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