Después de que un amplio abanico de sectores políticos, empresarios y gremiales de la región saliera enfáticamente a defender la supervivencia de una estructura financiera clave para el desarrollo de la económica regional, autoridades del Banco Nación pilotean el lanzamiento del Nuevo Bisel, un trámite que se deberá cumplir en el transcurso de la primera quincena de junio, según aseguraron a La Capital fuentes de la city local.
El Bisel funciona actualmente bajo la estructura de un fideicomiso administrado por el Banco Nación, a cargo de un funcionario de carrera, Jorge Barcelona. En la entidad financiera oficial se guarda un cerrado hermetismo en torno a los pasos que se están dando para lanzar el Nuevo Bisel, porque antes de constituir un nuevo directorio se deberá cumplir una serie de pasos institucionales, como constituir la sociedad anónima, efectuar las inscripciones legales y transferir formalmente los activos y pasivos privilegiados que sustentarán la nueva entidad.
El respaldo de la banca oficial tranquilizó a los ahorristas y clientes. Aunque el decreto que constituyó el fideicomiso establece que el Estado nacional mantendrá indemne al Banco Nación de toda pérdida o gasto generado por la totalidad de las medidas dispuestas, fuentes de la entidad consignaron que el retorno de la calma y la buena relación entre los activos y pasivos que quedarán en manos del Nuevo Bisel minimizó las necesidades de redescuentos por parte del Banco Central.
Después de la suspensión de dos días, el banco viene cerrando en regla con la cámara compensadora, funcionan las tarjetas emitidas por la entidad, y son normales tanto la compensación electrónica como también las transacciones de cuentas corrientes y cajas de ahorro.
"La operatoria general del banco está en un proceso de restablecimiento, y hoy podemos asegurar que la mayoría está totalmente normalizada", dijo una fuente de la línea gerencial. Sólo permanecen con algún retraso las operaciones relacionadas con el comercio exterior, que tienen otro grado de complejidad.
Por efecto del decreto 838/2002 el Ejecutivo dispuso que el Banco Nación se hiciera cargo de los tres bancos que eran propiedad del grupo francés Credit Agricole: Bisel, Suquía y Bersa.
Este Nuevo Banco Bisel está conformado por los activos y los pasivos privilegiados de la anterior entidad, y está garantizado por un bono clase A de alta liquidez y respaldado por la mejor cartera del banco.
El resto pasará a formar parte del Bisel residual, a dónde se derivaron los pasivos comunes como las obligaciones negociables y la deuda con proveedores, entre otros, y activos como bienes inmuebles y las tenencias accionarias.
Campaña de reposicionamiento
La cúpula gerencial del Bisel se guardó a silencio hasta tanto se resuelva la constitución del nuevo directorio, pero algunos funcionarios ligados al área comercial salieron a mostrar su presencia con la finalidad de calmar a los usuarios.
Tal el caso de Laura Juárez, gerente de Tarjeta Azul, quien consignó que el plástico "está habilitado en todos los hipermercados grandes nacionales y regionales".
La ejecutiva recordó que la tarjeta tuvo algún período en el cual no fue aceptada, por un efecto "prudencia" protagonizado por algunas cadenas de híper o de estaciones de servicio, que suspendieron momentáneamente la recepción durante los dos días de suspensión, "pero ahora todas las grandes marcas ya volvieron a operar". Ello ocurre incluso con la cadena Carrefour, que "no bajó su convenio con Azul que había sido firmado pocos días antes de la suspensión" y se convertirá entonces en un nuevo operador dentro de un plazo de diez días.
Juárez indicó que la reapertura de la Tarjeta Azul se realizó con las mismas condiciones que se tenía con los comercios, esto es, sosteniendo las mismas cuotas, idénticos plazos de pago a los comercios y aranceles.
Azul tiene emitidas en Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos 220 mil tarjetas, con un volumen de 8 a 9 millones de pesos y cuenta con 35 mil comercios adheridos a su red.