Jorge Kaplán / La Capital
"Más que preocuparnos por estabilizar al dólar hay que eliminar el peso", espeta el economista Jorge Avila pavimentando el camino de la dolarización. Advierte de los efectos nocivos -con escalada del tipo de cambio y la inflación- que tendrá el canje voluntario de depósitos por bonos. En diálogo telefónico con La Capital desde el ortodoxo búnker del Cema, Avila asegura que el presidente Eduardo Duhalde decidió devaluar "por pura incompetencia" y enfatiza que un adelantamiento de las elecciones sólo serviría si la interna peronista la ganaran hombres como el ex presidente Carlos Menem o el gobernador Carlos Reutemann, ya que "podrían aportar sensatez y dentro de un año estaríamos algo mejor". -¿Qué opinión le merece el proyecto del gobierno para destrabar el corralito? -La idea de un canje voluntario de los depósitos por bonos no es buena porque da pie a que la gente opte por el efectivo, lo cual desembocará en una mayor emisión, mayor presión sobre el dólar y mayor inflación. -¿Considera que el canje debería haber sido compulsivo? -La solución que prefiero es algo más cercano a lo que fue el Plan Bónex del 90 de canje obligatorio, o bien una política de armar fondos fiduciarios enteramente privados, pero que tampoco implicaría una devolución a corto plazo de los depósitos. -¿Qué puede pasar con el nuevo plan? -Lo que ocurrirá si la gente tiene la posibilidad de quedarse con el depósito reprogramado es que seguirá el drenaje del sistema financiero a través de los recursos de amparo que la ley tapón no resuelve, a través de los sueldos o por otras formas de goteo. Esto ya implicó una emisión de 3.000 millones de dólares por el drenaje del sistema y con sólo 10 mil millones de reservas, el dólar no se podrá mantener acotado por mucho tiempo. El día que se acaben las reservas estaríamos al borde de la hiperinflación. -Habida cuenta del fracaso del ex ministro Remes Lenicov, ¿hubiera sido viable un canje compulsivo? -El rango de lo viable depende del rango intelectual de quien debe tomar las decisiones y la capacidad de convencer al poder político. El problema es mental porque de la cabeza del equipo económico no sale otra cosa que esto que está proponiendo. -¿Habrá acuerdo con las provincias para reducir el déficit? -Creo que las diferencias no se van a zanjar. Los gobernadores primero van a decir que sí, firmarán y después no lo van a cumplir. Lo que sí creo que harán es congelar el gasto para que progresivamente se vaya achicando el déficit. El ajuste ya está en marcha y la herramienta es la inflación. Mientras no aumenten los salarios, el déficit se va a ir reduciendo. Esta es la peor forma de hacer un ajuste. -Con este panorama, ¿el gobierno nacional podrá alcanzar un acuerdo con el FMI? -Se va a llegar a un acuerdo prontamente, pero no va a poner a mano recursos ilimitados. Más bien va a ser como lo que hace una calificadora de riesgo y el FMI es la mayor calificadora del mundo. La Argentina va a lograr estar un poco más dentro del mundo y se comenzará a negociar un ajuste más grande. Después de la discusión con las provincias, las leyes de quiebra y subversión económica, se pasará a negociar las metas fiscales. Una vez acordadas las metas fiscales habría un desembolso, pero plata del exterior no va a venir en cantidad. -¿Cómo repercutiría en la economía un anticipo de las elecciones? -La ventaja de que se anticipen las elecciones o no depende de cómo ocurran las cosas en la interna del peronismo. Si ganara (el ex presidente Carlos) Menem, (el gobernador de Salta, Juan Carlos) Romero, o (el mandatario santafesino, Carlos) Reutemann, el país dentro de un año estaría mejor, simplemente porque llevarían a la Argentina a la sensatez y el sentido común. Si no, creo que se eligiría un gobierno tan débil como este y que agregaría más problemas, manteniendo el conflicto que hoy se ve, como ocurría en el siglo XIX entre el centralismo porteño y las provincias. -¿Duhalde acentuó ese centralismo? -Duhalde así ha sido visto, pero en materia tributaria, que es la base del centralismo, no se hizo ni se va a hacer nada. Lo único que está haciendo el gobierno es corregir los errores que cometió. Lo único que hicimos es retroceder. Por ejemplo, se devaluó y después sólo se limitó a controlar el impacto inflacionario. -¿Por qué cree que Duhalde decidió devaluar? -Por pura incompetencia. Tuvimos tres gobiernos muy incompetentes: De la Rúa, después la soberbia de Cavallo y ahora Duhalde. Otro ejemplo es la ley de quiebras. Antes nadie hablaba de ella hasta que a este gobierno se le ocurrió reformarla y ahora debió volver atrás. -¿Es posible un retorno a alguna forma de convertibilidad como planteó el gobernador José Manuel de la Sota? -Esa propuesta de De la Sota realmente no la entiendo, pero más que preocuparnos por estabilizar al dólar hay que eliminar al peso. Hay que ir a la dolarización. -¿Es manejable el tipo de cambio con esta flotación libre? -La flotación es muy difícil de mantener. Por fuera de la convertibilidad la Argentina está condenada a vivir eternamente en corto circuito, estar en una situación en que cualquier chispa podría hacerla estallar.
| El economista Jorge Avila pide dolarizar la economía. (Foto: César Arféliz) | | Ampliar Foto | | |
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