Año CXXXV
 Nº 49.497
Rosario,
domingo  02 de
junio de 2002
Min 9º
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Entrevista. La ex ministra piensa en reutemann, aunque le sugiere abrirse del PJ
Bullrich: "Si uno le pone buena cara a la mafia, termina siendo parte de ella"
Quiere la renovación de todos los cargos en las elecciones de 2003

Javier felcaro / La Capital

Patricia Bullrich sigue abocada a la construcción de un marco de alianzas que le permita fortalecer la flamante agrupación con la que pretende abrirse camino hacia la Casa Rosada. También continúa mirando al gobernador Carlos Reutemann como un compañero de ruta ideal. Claro que la Piba pone condiciones: "Nos interesa, siempre y cuando no encabece un aparato político que no funciona más". Es decir, el Partido Justicialista.
De paso por Rosario, donde oficialmente presentó al comité ejecutivo de Ahora Argentina y participó de varias actividades proselitistas, aunque también se sumó a una reunión hipersecreta con representantes de la derecha (ver página 9), Bullrich le dijo a La Capital: "El Lole sabe que la estructura partidaria lo condiciona. Si toma la decisión incorrecta nos vamos a enfrentar muy fuertemente. Si uno le pone buena cara a la mafia, termina siendo parte de ella".
Además, la ex multiministra habló sobre el agitado presente de Eduardo Duhalde. "Si el presidente no sabe gobernar o no puede, tiene que admitir que se equivocó", aseveró.
-¿Duhalde firma con el FMI y después llama a elecciones?
-Hoy las elecciones están en medio de la interna del PJ, no son una discusión de la gente. A mí me interesa que haya un cambio legal para que se elijan todos los cargos en el 2003, sin listas sábana. Pero no voy tensar la situación. Duhalde vino a cumplir la tarea de organizar institucionalmente el país para la salida y no tiene que poner límites que se vinculan con sus intereses políticos. Si quiere seguir hasta el año próximo, debe realizar las reformas que el pueblo le está pidiendo.
-Pero hay una experiencia muy fresca sobre el riesgo de gobernar con debilidad...
-Bueno... Puede ser que Duhalde no alcance el período constitucional, pero lo que tiene que hacer es decirlo. No se debe ir empujado por nadie, o con alguien que le invada un supermercado. Si él no sabe gobernar o no puede, tiene que reconocerlo y admitir que se equivocó, que creyó que el PJ era un instrumento que en cualquier circunstancia inventaba algo o que con la devaluación se salía de la crisis.
-¿Sigue pensando en Reutemann?
-Nos interesa la relación con Reutemann, siempre y cuando no encabece un aparato político que no funciona más, con un poder segmentado. El, como dirigente y persona, reúne condiciones muy importantes para el futuro.
-Es difícil imaginar al Lole por afuera del PJ.
-Reutemann tiene que tomar la decisión porque la estructura partidaria, y él lo sabe muy bien, lo condiciona. Pone límites en el Parlamento y hay un modelo de relación federal que no va más. También existe un esquema sindical que no puede seguir. Es necesario separarse de este tipo de construcción y arrancar con otra donde ni los aparatos ni los punteros lo condicionen a uno.
-Puede que el Lole sea su rival...
-Si toma la decisión incorrecta nos vamos a enfrentar muy fuertemente. No se le puede poner buena cara a este sistema de relaciones poco transparentes, que hay que romper. Si uno le pone buena cara a la mafia, termina siendo parte de ella.
-¿Cómo los ve a Elisa Carrió y a Luis Zamora?
-A Zamora lo veo con un proyecto de país que no tiene ningún sentido. Todavía está debatiendo si el mundo es bipolar. Es un buen tipo, pero su discusión es de café. Carrió repite el mismo modelo de Graciela Fernández Meijide: mucha prensa, mucho diagnóstico y crítica, pero pocas ideas.
-Usted ya está trabajando junto a López Murphy.
-Sí, tenemos un equipo de enlace.
-Dicen que él encarna una receta conocida, o peor...
-La Argentina está llena de prejuicios y preconceptos. Necesitamos un marco de seriedad con una visión más liberal o socialdemócrata. Con López Murphy es posible constituirlo, aunque también pueden quedar cosas en el tintero: las diferencias que hay entre José Aznar y Felipe González, en España, o Ricardo Lagos y Joaquín Lavín, en Chile. Yo me vinculo más con un pensamiento ligado a lo social, pero creo que ese marco es lo primero que debemos construir. López Murphy no representa intereses ni es prebendario.
-Para usted los problemas del país son institucionales, pero muchos de los que plantearon lo mismo quedaron al lado del camino.
-Hay que hacerlo con mucho coraje porque las mafias se van a resistir y hasta pueden reaccionar violentamente. Están metidas en la política, el sindicalismo, el empresariado y en la manera de manejar los barrios y la asistencia social. Ya las vimos salir de ese modo en determinados momentos.
-¿En diciembre pasado?
-En diciembre también. Hay que combatir estas mafias, y esperemos que nadie quede en el camino. A mí no me asusta ningún zanjón.


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