Carlos Reutemann aparece por primera vez en Rosario liderando una encuesta de intención de voto para una eventual elección presidencial, secundado por la diputada y fundadora de Alternativa para una República de Iguales (ARI), Elisa Carrió. El candidato de la izquierda, Luis Zamora, se ubica en el tercer lugar. Lo siguen, con escasa adhesión, Carlos Menem, Adolfo Rodríguez Saá y Mohamed Alí Seineldín. Otros potenciales candidatos, como José Manuel de la Sota, Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy tienen una casi nula aceptación entre los rosarinos encuestados.
Reutemann y Carrió se despegan notablemente del resto de los presidenciables, quienes no superan los dos dígitos porcentuales. Igualmente, los votos negativos y los indecisos (40%) muestran el elevado nivel de rechazo y confusión que sigue experimentando la población sobre los dirigentes políticos.
Los datos se desprenden de un muestreo realizado por la consultora Andrés Mautone & Asociados. La encuesta se realizó entre el 24 y 26 de mayo pasado, y abarcó a 400 personas de distintos estratos sociales. El margen de error fue estipulado en un 5 por ciento.
El Lole picó en punta
"En caso de que se adelanten las elecciones, ¿a quién votaría para presidente?", fue la pregunta que lanzó la consultora para palpar el ánimo de los rosarinos ante el evidente deterioro del gobierno de Eduardo Duhalde. El que más adhesiones cosechó fue Reutemann (22,7%), seguido por Lilita Carrió (16,1%). En tercer lugar, pero muy lejos del gobernador y la diputada chaqueña, se ubicó Zamora, con un 6,7% de aceptación.
En comparación con un paneo de opinión confeccionado en el mes de marzo, Reutemann avanzó casi 4 puntos respecto del muestreo anterior. En esa oportunidad Carrió era la que llevaba la delantera en la intención de votos en Rosario y ahora cayó al segundo lugar, con un retroceso de 6 puntos. Zamora también evidenció un involución, aunque en menor medida a la candidata del ARI.
La diferencia de más de 6 puntos con la que Reutemann supera hoy a Carrió puede explicarse, según la opinión del analista Andrés Mautone, en el perfil de gestión y capacidad ejecutiva demostrada.
La decisión de no emitir bonos en la provincia, su bajo perfil y el hecho de que pague los salarios de los empleados públicos sin abusar del uso de los Lecop son las razones que pesan entre los rosarinos a la hora de evaluar el potencial de Reutemann.
Lilita bajo la lupa
En cambio, a Carrió la ven como una dirigente luchadora y honesta, pero dudan sobre su capacidad para administrar. Aquí pesa el hecho de que el trabajo de la diputada del ARI se ciñe solamente a la tarea parlamentaria, sin haber ocupado todavía un cargo ejecutivo.
En el caso de Reutemann hay un dato que sorprende: aparece liderando una encuesta de intención de voto para presidente en Rosario sin haber lanzado aún su candidatura, mientras que los que lo siguen ya han anunciado públicamente su decisión de competir para ocupar la primera magistratura.
Los potenciales votantes de Reutemann se encuentran en las antípodas de la pirámide social. La mayor adhesión que cosecha el gobernador es en el sector de menores recursos, pero también suma en los que tienen mayores ingresos.
Esta situación es sólo comparable a lo que logró el ex presidente Carlos Menem en la década del 90. El caudillo riojano basó todo su poder en la capacidad de tejer una alianza entre el establishment y los segmentos bajo de la sociedad, un sector históricamente cautivo del peronismo.
Carrió y Zamora, en cambio, tienen una buena llegada a la clase media, aunque en Rosario esta situación se da con mayor fuerza con el candidato de la izquierda.
Según la encuesta, Zamora sustenta su poderío en las capas medias: un sector intelectualmente preparado para receptar las propuestas progresistas. A pesar de tener un discurso netamente clasista, el máximo referente de la izquierda no logra una buena adhesión en los segmentos bajos de la sociedad.
Lo contrario ocurre con Rodríguez Saá y el ex carapintada Seineldín. Si bien el nivel de aceptación es muy bajo, ambos son bien recibidos únicamente en la clase baja.
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La Ciudad
