Indudablemente el sorpresivo resultado de Francia frente a Senegal a impactado fuertemente en el entrenador de la selección brasileña de fútbol antes de su enfrentamiento con su similar de Turquía. Luis Felipe Scolari está obsesionado con la posibilidad de que un contraataque solitario, como le pasó al campeón del mundo en el partido inaugural, condicione el partido y, por esa razón, concientizó a los delanteros para que marquen la salida rival. "Lo que le pasó a Francia le puede pasar a todos. Los equipos se van a encerrar atrás y van a apostar al contraataque. Puede ser mortal para quien no esté preparado", afirmó el técnico. El entrenador advirtió que "Ronaldo todavía tiene dificultades para marcar cuando tratamos de recuperar la pelota en el campo adversario", al tiempo que aclaró que no tendría problemas en sustituir al atacante del Inter italiano si no marca a los futbolistas adversarios. "Ningún nombre es lo suficientemente grande como para no ser sustituido", disparó Scolari. El multicampeón técnico brasileño mantendrá su clásico esquema 3-5-2, muy criticado por la prensa de su país, con la inclusión del talentoso volante Juninho Paulista en lugar de Kleberson, un hombre más amigo de la marca. Con la conducción de los delanteros Hakan Sukur (Parma, Italia) y Yildray Basturk (Bayer Leverkusen, Alemania), los turcos tratarán de dar la segunda gran sorpresa del certamen. Su entrenador, Senol Gunes, adelantó que se conforma con un empate en el debut, ya que considera que los partidos claves para asegurar el pase a octavos serán frente a China y Costa Rica. "Si ante Brasil logramos un buen resultado causaríamos un buen impacto, pero si perdiéramos nuestra chances de clasificación no acabarían. Los partidos con China y Costa Rica son tan importantes como el del lunes", aseveró Gunes. Gunes, quien no reveló la formación titular (se estima que apelará a un ultradefensivo esquema de 3-3-3-1), sentenció: "No sé si vamos a ganar o perder, pero una cosa es segura: nunca dejaremos de luchar".
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