La Justicia provincial ordenaría al Concejo Municipal que restituya en el cargo de concejal a Jorge Boasso. El radical había sido reelegido el año pasado pero no logró asumir porque el cuerpo legislativo declaró su incompatibilidad moral. De acuerdo a lo detallado por fuentes cercanas a Boasso, el Concejo deberá citar al edil radical para tomarle juramento, una vez que las partes se notifiquen del fallo. Por lo tanto, la edila Ruth Atkinson, quien ocupó el lugar de Boasso, tendrá que dejar la banca. La decisión fue tomada por la Cámara Contencioso Administrativa a partir de una medida cautelar presentada por Boasso para que lo acepten en el cargo. Ahora, la Municipalidad de Rosario podrá apelar esa resolución. Si eso no ocurre, el reelegido legislador podrá volver al Palacio Vasallo, o rechazar la cautelar y seguir adelante con la querella presentada en la oportunidad. Sería el segundo fallo favorable que consigue Boasso en seis meses. El primero fue en noviembre de 2001 cuando la misma Cámara suspendió la expulsión del concejal radical votada por el órgano legislativo a causa de "incompatibilidad moral" por ser edil y ejecutor fiscal al unísono. Por la misma causa, el 10 de diciembre pasado, el Concejo tampoco aprobó su ingreso para un nuevo período y el involucrado volvió a la Justicia. La resolución fue firmada por los doctores Alejandro Andrada, Mario Chaumet y Ricardo Silvestri. Boasso se enteró de la novedad ayer al mediodía en el Palacio de Tribunales y no dejó de impactarlo. No obstante, hoy espera ser notificado en forma escrita así como también la otra parte, el municipio. Según los abogados del usandizaguista, la primera consecuencia del fallo es que el Concejo deberá cumplir con lo ordenado y citarlo para tomarle juramento en una sesión especial y ponerlo en el cargo, al que fue elegido por unos 22 mil votos. Cuatro de los cinco miembros de la comisión de poderes, constituida por cinco concejales el día de la asunción de los nuevos integrantes del Concejo, le habían bajado el pulgar al radical. Ahora la medida judicial también obliga a hacer cesar en el cargo de concejal a Atkinson, nombrada en lugar de Boasso ya que fue la tercera en su lista, teniendo en cuenta que el segundo, Omar Paredes, ya ocupa una banca. Pero resta saber qué hará finalmente Boasso. Según trascendió, todavía no tiene decidido qué actitud tomar: si volver al cuerpo o seguir el juicio contra la Municipalidad. Como antecedente están sus propias palabras: "No tengo ganas de volver al Concejo, pero defenderé el derecho que me asiste a ser concejal, por las 22 mil personas que me votaron". Estos dichos fueron expresados a La Capital cuando estuvo en Tribunales el 6 de marzo pasado con motivo de una audiencia de conciliación en un juicio contra la edila Daniela León. Sus asesores no creen que pueda negarse a volver a sentarse en una banca. Pero no está dicha la última palabra. Eso sí, la noticia retumbará, y muy fuerte, en los pasillos del palacio legislativo. A algunos les correrá un cierto escozor, a otros no tanto. En las huestes de Boasso se relamen con los juicios que podrán venir en contra de los concejales que votaron a favor de su primera destitución y los que atacaron vivamente su figura. El final de la película está lejos aún.
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