El presidente Eduardo Duhalde admitió ayer públicamente su extrema soledad en el poder y dejó entrever cierto resquebrajamiento en la relación que mantiene con los gobernadores de su partido, los mismos que deberán encargarse mañana en La Pampa de reafirmar en forma explícita los 14 puntos pactados con el jefe del Estado y despejar el fantasma de las elecciones anticipadas, un tema que cobra más fuerza, ya no en la mayoría de la sociedad, sino también dentro del propio peronismo.
"Solo es muy difícil sacar a la Argentina de la crisis. Es muy pesada la carga de gobernar este país sin respaldos", fue la catarsis que vomitó Duhalde en el habitual espacio que tiene los sábados en Radio Nacional, tras lo cual llamó a "deponer todas las actitudes personales" para salir de la crisis.
El presidente calificó tibiamente su relación con los mandatarios provinciales al señalar que es "invariablemente buena", y adelantó que en la cumbre de La Pampa "haremos un repaso de todas estas necesidades que tiene Argentina para recuperar nuestra posición en el marco de las naciones en el mundo".
El gobierno espera que la crucial reunión que se celebrará en Santa Rosa no desate la tormenta que amenaza el futuro de Duhalde. Funcionarios de primera línea están seguros de que los gobernadores ratificarán al presidente hasta el 10 de diciembre del 2003, dándole el oxígeno que necesita su gestión, y no demorarán más la firma de los acuerdos fiscales para que "en la segunda quincena de junio" se concrete la ayuda financiera prometida por los organismos financieros multinacionales.
Sin embargo, puertas adentro, el gobierno desconfía de las posiciones que mantienen varios mandatarios. "Hubo actitudes de algunos gobernadores justicialistas que no contribuyeron a acelerar la resolución de los temas pendientes que reclama el Fondo, pero son actitudes que no buscan que se caiga Duhalde", reconoció una alta fuente del Ejecutivo.
En el cónclave de La Pampa han comprometido su asistencia todos los gobernadores, menos el santacruceño Néstor Kirchner.
Buscando responsables
Si bien en el gobierno intentan responsabilizar al radicalismo para justificar la falta de apoyo político que reclama Duhalde, algunas fuentes coincidieron en apuntar a Carlos Reutemann por sus diferencias con el Ejecutivo nacional a raíz de la polémica por la distribución de los planes sociales para jefes y jefas de hogar desocupados.
Aun en medio de la desconfianza del duhaldismo con el Lole, el gobierno estima que el acuerdo fiscal con la provincia de Santa Fe "está cerrado en un 90 por ciento", mientras que en el caso del principal distrito (Buenos Aires) la negociación "está un poco más retrasada".
Sin embargo, los tiempos que maneja la administración central es que en esta semana queden definidos los acuerdos fiscales y la definición de la ley de subversión económica para que "en la segunda quincena de junio" se anuncie el esperado bálsamo de la ayuda financiera del FMI.
En ese contexto, Duhalde le dio gran trascendencia al tratamiento en la Cámara alta (el próximo martes) de la ley de subversión económica. "En definitiva, el Senado va a decidir si nos reintegramos definitivamente al mundo o si quedaremos separados de él", sentenció el presidente.
Al ser consultado sobre su estado de ánimo a partir de las versiones sobre su supuesta renuncia, Duhalde respondió: "No es estado de ánimo, es una realidad. Es muy pesada la carga de gobernar este país".
Duhalde dijo tener "la conciencia plena de que solo, sin apoyo, es muy difícil sacar al país de la crisis".
Un tema instalado
Aunque el gobierno afirmó que la discusión sobre un eventual adelanto de las elecciones "no es el objetivo" de la cumbre de La Pampa, el tema volvió a instalarse entre los principales referentes políticos. Así, pese a los esfuerzos oficiales por intentar diluir esa posibilidad, todo parecería indicar que la cuestión no estará ajena del debate.
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, aseguró que es Duhalde quien "debe decidir" si se anticipa la fecha de los comicios, aunque aclaró que el jefe del Estado "ha dicho que aspira a continuar su mandato hasta su finalización, en diciembre del 2003".
Tras confirmar su presencia en Santa Rosa, el gobernador mediterráneo consideró que Duhalde "tendrá que evaluar la situación, si está en condiciones de llevar adelante su tarea o si llama a elecciones anticipadas".
En tanto, Reutemann descartó que se piense en adelantar los comicios al señalar que "el espíritu en este gobierno de transición es que el presidente haga la mejor gestión posible, que ordene el país y que se llame a elecciones en un momento cuando esté todo más sereno" (ver página 4).
Por su parte, el gobernador jujeño, Eduardo Fellner, intentó minimizar la relevancia de la cumbre pampeana al indicar que será un encuentro "normal entre un presidente y gobernadores como ocurre siempre".
Fellner descartó que la reunión tenga mayor trascendencia en relación a la discusión sobre la continuidad o no del actual presidente.
En tanto, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, dijo tener "dudas" de que efectivamente las elecciones se realicen -como están previstas- en septiembre del 2003 ya que evaluó que en el actual escenario eso "es muy difícil de prever en esta Argentina".
El senador nacional Eduardo Menem, por su parte, opinó que las presentes "no son las condiciones ideales" para un adelantamiento de las elecciones, pero admitió que "si no hay otra alternativa, vamos a tener que enfrentarlo".