Un clima de tensión se advierte en la Fifa en la víspera del congreso extraordinario, que se realizará en Seúl, este martes, debido a las acusaciones que afronta, por presuntos manejos irregulares del organismo, el presidente Josepp Blatter, y las acusaciones cruzadas con otros dirigentes. El tema se complica, además, porque al día siguiente del congreso se realizarán las elecciones a presidente, y en las que Blatter competirá en el cargo con el camerunés Issa Hayatou, todo eso a solamente dos días de la iniciación del Mundial. Blatter afronta una querella penal, por presuntas irregularidades, por una denuncia que presentaron cinco vicepresidentes de la Fifa, en base a un informe de 21 páginas presentado por el secretario general Michael Zen-Ruffinen, el 3 de abril último, en una reunión del comité ejecutivo. Precisamente, Zen-Ruffinen afirmó ayer en Seúl que quiere permanecer en la dirigencia de la Fifa, a pesar de los problemas que lo enfrentaron en las últimas semanas con Blatter. La posición de Zen-Ruffinen fue apoyada por los vicepresidentes que acusaron a Blatter, mientras que otros dos dirigentes, el argentino Julio Humberto Grondona, y Jack Warner, de Trinidad Tobago, salieron en defensa de Blatter. Incluso, el titular de la AFA dijo en declaraciones radiales formuladas en Buenos Aires que "Zen-Ruffinen no podía ni siquiera dirigir un grupo de boy scouts" y que "muchas de las cosas que se dicen en el seno de la Fifa son con fines electoralistas". (Télam).
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