Año CXXXV
 Nº 49.486
Rosario,
miércoles  22 de
mayo de 2002
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Murió el nene baleado tras un partido y el padre pide que maten al asesino
Néstor Galarza tenía 10 años. Sus familiares exhortaron a los presos a "hacer justicia" con el responsable

Buenos Aires.- El chico de 10 años baleado anteayer en la cabeza tras el partido entre Estudiantes de Buenos Aires y Deportivo Merlo disputado en la localidad bonaerense de Caseros murió ayer en el hospital Garrahan y su padre pidió a los presos que maten al detenido por el crimen.
El niño Néstor Galarza murió después de las 4 a raíz de las lesiones que le ocasionó un disparo que lo alcanzó en la cabeza. Por el asesinato fue detenido Daniel Auterio, quien fue imputado de los delitos de homicidio y tenencia ilegal de arma de guerra, que prevén penas de 8 a 25 años de cárcel.
Tras la muerte del chico, su padre pidió a "quienes están privados de la libertad, hagan justicia, y maten al asesino".
El episodio ocurrió cuando el acusado disparó contra los hinchas de Deportivo Merlo que salían de la cancha de Estudiantes y que, aparentemente, estaban rompiendo automóviles y vidrieras de los comercios de la zona.
Uno de los tres disparos que efectuó con un arma ilegal, impactaron en la cabeza al chico Galarza, hincha de Merlo, quien también salía de la cancha.
El caso comenzó anteayer minutos después de haber finalizado el encuentro que disputaron Estudiantes de Buenos Aires y Deportivo Merlo, por la fecha 40ª del torneo de la Primera B Metropolitana.
El encuentro finalizó 5 a 3 para el conjunto de la localidad de Caseros y dejó más comprometido al equipo de Merlo, que podría descender a la Primera C.
Después del partido, en la calle Suiza al 2600, a unas cinco cuadras de la cancha de Estudiantes, el vecino Auterio salió de su casa y comenzó a increpar a los hinchas de Merlo, molesto con los simpatizantes que pasaron frente a su casa y que habrían provocado desmanes en el lugar.
De acuerdo con las fuentes, el hombre forcejeó con varios de ellos hasta que finalmente se refugió nuevamente dentro de su vivienda. En tanto, los fanáticos comenzaron a apedrear la casa.
Apenas se calmaron un poco los ánimos de los simpatizantes de Merlo, quienes ya se habían adelantado unos 50 metros, Auterio volvió a salir a la calle, aunque esta vez con una pistola calibre 9 milímetros.
Así, volvió a gritar contra los hinchas y efectuó tres disparos, uno de los cuales impactó en la cabeza del chico. (DyN-Télam)


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