Venado Tuerto.- El Juzgado Correccional de esta ciudad, a cargo de Héctor Vitelli, se declaró incompetente para entender en la causa de Clemente Arona y derivó el expediente al juzgado de Instrucción de Melincué. Arona fue atropellado por un móvil policial al mando de Roberto Mandelli el día 8 de septiembre de 1999 y falleció tras 16 días de agonía en Rosario. Ayer la Justicia entendió, luego de un periplo interminable, que había sobrados motivos para entender que hubo homicidio simple por dolo eventual o, en otras palabras, que Clemente fue presuntamente asesinado por fuerzas policiales.
Arona tenía apenas 22 años cuando un Chevrolet Monza del Comando Radioeléctrico, al mando de Mandelli y con otros dos policías en su interior, lo interceptó tras una persecución de varias cuadras a la altura de Chacabuco y Ruta 8 y lo despidió de la moto en la que viajaba, una Honda 250 cc.
Los argumentos oficiales eran que había desoído una alerta policial y que estaba en franca actitud de rebeldía. "Dijeron que se estaba escapando de la policía porque había pasado semáforos en rojo y cuando lo atropellaron, prácticamente la moto estaba parada", dijo un familiar.
Lo cierto es que Arona fue despedido varios metros del lugar del choque y las heridas recibidas obligaron a los familiares a trasladarlo a Rosario. Pese a los esfuerzos médicos, Clemente no se repuso de las graves lesiones. El 24 de septiembre de 1999, quizás en la caravana más larga de la historia de esta ciudad, centenares de automóviles recibieron los restos mortales del joven a la altura del peaje, a unos ocho mil metros de la ciudad.
La mamá, Ana Braghieri, no descarta que también haya habido responsabilidad por parte de una empresa venadense de auxilios médicos. Espera que también sus responsables comparezcan en la causa que le costó la vida a su hijo.
El caso de Arona estuvo teñido de ambigüedades desde un primer momento. La causa recayó en un primer momento en el juzgado de Vitelli y luego fue derivada al juzgado de Instrucción de Hugo Perassi, quien en ese momento se encontraba de licencia.
Perassi dijo que no debía entender en la causa porque no había motivos para establecer que no fue un accidente automovilístico. Finalmente la Cámara de Apelaciones determinó, en fallo dividido, que no hubo homicidio simple por dolo eventual y la causa recae nuevamente en el juzgado de Vitelli.
Sin embargo, y luego de varios meses, el Juzgado Correccional a cargo de Vitelli libró una cédula judicial donde se resolvió declarar la incompetencia material en el hecho y pasarlo a la órbita del juez Carlos Risso.
Ejemplo de lucha
La familia Arona, tomada como ejemplo de lucha en la ciudad, comenzó a partir de la muerte de Clemente a reclamar en todos los ámbitos necesarios y no pararon hasta conseguir una audiencia con representantes de la gobernación santafesina.
Todos los viernes, desde el fatídico 24 de septiembre, la mamá de Clemente Arona llevaba adelante marchas de silencio por las calles de la ciudad. Así podía observarse durante meses como un puñado de venadenses deambulaban por las calles de la ciudad en reclamo de justicia. "La verdad es que esta situación no me va a devolver la vida de mi hijo pero por lo menos nos sirve a todos los venadenses para entender que no siempre la impunidad es la que gana", dijo Ana Braghieri, quien agregó que "por lo menos ahora se va a investigar a fondo por qué lo mataron a Clemente".
Ana no tiene dudas de que a su hijo lo mataron y de la manera más artera. "Escondieron pruebas, hubo ocultamiento y protección policial para los asesinos", añadió para luego responsabilizar a las autoridades policiales del departamento por la desgracia padecida en su familia.