Los bancos Bisel y Suquía abrirán hoy sus puertas tras dos días de suspensión de actividades y con una operatoria normal, según precisó un comunicado del Banco Nación, que administra los bienes de las tres entidades (incluido el Bersa), hasta que se produzca la reestructuración, la venta, el desguace o la liquidación de las mismas.
De ese modo, los clientes se podrán acercar a las sucursales para realizar toda clase de operaciones como cobro de sueldos y jubilaciones, depósitos y extracciones. Fuentes del Bisel señalaron además que hoy volverán a estar activas las tarjetas de débito y crédito emitidas por la entidad y el Suquía.
Las mismas aseguraron que todos los cheques depositados el jueves y viernes y que fueron rechazados por la suspensión, podrán redepositarse a partir de hoy para su normal acreditación. Sin embargo, el resto de los bancos del sistema tomaron sus recaudos. Mientras algunos adelantaron que hoy no recibirán cheques del Bisel y el Suquía, otros lo harán sólo si reciben una comunicación formal del BCRA o del Nación antes de las 10 de la mañana. Desde el Central confiaron en que no se presentarían problemas al respecto.
Los directivos del Suquía aclararon que ese banco no ingresó cheques al circuito durante el viernes pasado, por lo cual no tienen valores rechazados. Sí tienen 13 millones de pesos en cheques que no se pudieron depositar, por lo cual quedaron fuera de cámara. Frente a eso, señalaron que la solución es compensación directa con el resto de las entidades. En cambio, las acreditaciones pendientes del Bisel suman unos 60 millones de pesos.
Plata fresca
Ayer a última hora el BCRA, vía el Nación, había inyectado unos 20 millones de pesos en efectivo para ambas entidades, que se suman a 7 millones que había en el Suquía. Esto alcanza para cubrir la operatoria diaria, como recarga de cajeros automáticos y dinero para cubrir extracciones vía ventanilla.
Para seguir funcionando, los redescuentos deben ser mayores. Trascendió que la autoridad monetaria habría abierto un grifo de 350 millones para sostener a las entidades frente a cualquier corrida.
Por el lado de los empleados, en la multitudinaria asamblea realizada ayer decidieron restringir las operaciones al pago de sueldos y jubilaciones pero hoy se volverán a reunir a las 8 en la Asociación Bancaria, y probablemente decidan ampliar las actividades a realizar.
La apertura de ambos bancos, que fueron suspendidos por dos días tras el retiro de la Argentina del grupo controlante Credit Agricole, se produjo después de la fuerte presión política ejercida desde las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos (el Bersa no fue suspendido pero sí será administrado por un fideicomiso) para salvaguardar el destino de una banca con fuerte presencia en la Región Centro.
Un decreto a medida
Para que el Banco Nación se haga cargo de la administración de los bancos del grupo Credit Agricole -que se prevé se extenderá como mínimo por 60 días- el presidente Duhalde deberá firmar un decreto de necesidad y urgencia para darle forma legal a esta nueva figura, a través de la cual una entidad oficial se constituye en fiduciario de bancos en problemas.
Fuentes del sistema financiero confiaron ayer que este nuevo formato legal estaría inscripto en el artículo 35 bis de la ley de entidades financieras que prevé que frente a un banco con problemas de "solvencia o iliquidez" el BCRA "podrá autorizar su reestructuración en defensa de los depositantes".
El Banco Nación administrará los bienes de las entidades con el fin de arbitrar los medios para dotarlas de la liquidez necesaria para su normal funcionamiento "hasta tanto se proceda a la venta, el desguace o la liquidación de los bancos".
El desguace de los bancos, especialmente del Bisel, que aún no tiene candidato para su compra, es un tema que tiene en alerta a los trabajadores de la entidad, que están dando pelea para lograr la continuidad del banco bajo su actual estructura.
"Los directivos de las cooperativas (accionistas minoritarios) del Bisel están trabajando en Buenos Aires para buscar la forma a una banca regional", dijo Luis Ortega, secretario de la Asociación Bancaria de Rosario.
El dirigente explicó que "para nosotros la mejor alternativa es que el banco pase a ser gerenciado por esas entidades, pero nos mantenemos en alerta para que la solución incluya definitivamente a los empleados y no pase por alguna opción que no contenga a los trabajadores", disparó el dirigente.
La propuesta de una banca regional -de la que participan tanto los accionistas minoritarios como municipios y comunas, entre ellas la de Rosario- requiere una asistencia de unos 500 millones. Entre los directores del Central, esta alternativa no tenía muchos adeptos. Un dato es que las cooperativas, con la creación del fideicomiso, pierden su posición accionaria, que actualmente llega al 30%. El fantasma del desguace o la "estatización por tiempo indeterminado" aparece así con fuerza.
Por las dudas, el presidente del Banco Nación, Horacio Pericoli, aclaró que los compromisos asumidos respecto de los bancos Bisel, Suquía y Bersa "no significan la fusión" con el Nación y afirmó que cada entidad se desenvolverá en forma independiente.
Administraciones independientes
El esquema de administración de los bancos en problemas incluirá tres fideicomisos separados, uno para cada banco. Mario Cicarelli será el "representante" del Nación en el Suquía, Jorge Barcelona en el Bisel y Eldo Ramelo en el Bersa.
Desde hoy la función del Nación será administrar la cartera propiedad del retirado Credit Agricole hasta tanto se constituya formalmente el fideicomiso, el 4 de junio, que deberá decidir el futuro de las entidades. Este fondo estará integrado por los activos que estén respaldados con certificados clase A más un aporte de 15 millones que realizará la banca oficial para compensar los pasivos.
La situación se asemejó ayer a una película de misterio, donde todos los caminos eran pistas que llevaban al desenlace. En la Bolsa de Comercio, cuyos operadores canalizan el 95% de las operaciones a través del Bisel, se vivió un clima de alta tensión, especialmente entre acopiadores y productores que habían recibido de parte de los exportadores liquidaciones de compras con cheques de ese banco.
La incertidumbre fue menguando a lo largo de la tarde. En las numerosas reuniones que se realizaron entre empresarios, se trató también la propuesta de las cooperativas De los Arroyos, Independencia y Pellegrini de hacerse cargo del banco, sumando a empresas de la región, aunque la necesidad de realizar aportes (o al menos no correr a retirar la plata) era una de las trabas más fuertes para que prospere esa alternativa.