Tras la retirada del grupo francés Credit Agricole de los bancos Bisel, Suquía y Bersa, ya comenzó a gestarse en la región una propuesta para darle continuidad a las entidades, que tenga como base de sustentación una capitalización regional.
Se trata de una propuesta que motorizan las cooperativas de base que fundaron en la década pasada el Bisel, que ganó rápidamente un importante grado de aceptación entre las autoridades provinciales, municipales y comunales de la vasta zona de acción de la entidad.
La idea está centrada especialmente en tratar de salvaguardar el futuro del Banco Bisel, ya que se trata del banco más grande y con menores posibilidades de encontrar un candidato que quiera comprarlo en el corto plazo.
"El Banco Bisel es un tema complejo de resolver porque tiene una superestructura administrativa muy compleja, tiene una cabeza demasiado grande, fruto de las sucesivas fusiones de los bancos cooperativos que lo conforman", dijeron fuentes de la city local.
De hecho, su caso es distinto al del Suquía y Bersa, que ya tuvieron interesados, el Macro en el primer caso y el Comafi (Banco de Tucumán) en el caso de la entidad entrerriana.
Dada la urgencia de la situación que se agudiza por efecto de la crisis económica, la inestabilidad política y el corralito que inmoviliza la disponibilidad de efectivo, las entidades y asociaciones de la región echaron manos a la obra para elaborar una propuesta a la medida del Banco Central que, por sobre todas las cosas, garantice la continuidad del Bisel, un banco que agrupa como clientes a "unas 170 mil personas del sur santafesino y norte de Buenos Aires que quedarían desmanteladas si el banco cierra", expresó ayer el diputado nacional del PPS Héctor Cavallero.
"El Bisel como banca transaccional tiene un flujo diario promedio de 130 millones de pesos en negocios agropecuarios", reveló el legislador, quien en las últimas horas estuvo reunido con el gobernador Carlos Reutemann y los socios cooperativos (accionistas minoritarios) del Banco Bisel.
Cavallero fue quien manifestó la voluntad del gobierno provincial de apoyar una propuesta de banca regional que se elaboraría en los próximos 60 días, el tiempo que según señaló el legislador durará la administración del fideicomiso de los tres bancos. "Si el Bisel cae será como que estalle una bomba de fragmentación", advirtió Cavallero y precisó que la intención de provincia es que "el banco no caiga en manos de cualquier entidad que pueda tomar su parte líquida y después quebrar".
De hecho algo de eso estaría pasando en el caso del Suquía: según trascendió ayer, al Macro sólo le interesaría participar de un desguace de la entidad mediterránea, o sea, quedarse sólo con algunas sucursales y la porción de cartera más apetecible. Por eso, la oferta fue rechazada por el BCRA.
La propuesta de la crisis
Los accionistas minoritarios del Bisel -aquellas cooperativas que tras su fusión conformaron el banco- están trabajando para salvar a la entidad de la bancarrota. A la movida también se sumó la Municipalidad de Rosario a través del Banco Municipal, cuyas autoridades estuvieron reunidas con el vicepresidente del Banco Central (BCRA), ante quien se tiraron algunas líneas de la propuesta de banca regional.
La propuesta más concreta que se barajaba ayer pasaba por la decisión de los accionistas cooperativos de hacerse cargo del Bisel a cambio de un redescuento del BCRA por unos 500 millones de pesos, que serían garantizados con las acreencias que tiene el Estado con la entidad.
"Las deudas que tiene el sector público con el Bisel alcanzan los 666 millones de pesos y eso hace válido el pedido de redescuentos", indicó Cavallero.
El Bisel tiene activos por 1.961 millones de pesos y pasivos por 1.506 millones. Por otra parte, el Estado le debe al Bisel 666 millones, unos 314 millones correspondientes a las acreencias de los estados y otros 352 millones en títulos públicos.
Si el BCRA no avala esa transacción, los accionistas minoritarios estarían dispuestos a resignar parte de su participación societaria para que el Nación -actual administrador- quede como socio del Bisel y el banco siga con las puertas abiertas.
"Nosotros también podríamos sumarnos a las cooperativas", dijo Daniel Pavicich, presidente del Banco Municipal. "Queremos ser parte, veremos cómo es la situación y el interés que vayan a tener los actores que son los socios minoritarios, pero en rigor somos un actor más entre tantos otros", agregó el directivo.
La propuesta recién está tomando forma y aún habrá mucho camino por recorrer, el titular del banco rosarino apuntó: "Lo central en todo esto no es solamente la inyección de capitales sino de algún modo la liquidez inicial. Por eso, debe haber un acuerdo productivo de todos los actores que permita darle impulso al banco y no ir y sacarle plata el primer día".
Los presidentes comunales e intendentes de distintas localidades del sur santafesino también se mostraron partidarios de una propuesta de estas características que permita recomponer la estructura financiera de la región.