Año CXXXV
 Nº 49.484
Rosario,
martes  21 de
mayo de 2002
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Crisis. Los bancos suspendidos sólo permitieron abrir las cajas de seguridad
La Bancaria teme que el Bisel vaya a un desguace
Sindicalistas no creen que mañana la entidad pueda operar. Deciden hoy si van a un paro

Los bancos Bisel y Suquía ayer sólo atendieron a los clientes que acudieron a sus cajas de seguridad. Esa fue la única actividad hacia el exterior, mientras que el personal concurrió a sus lugares de trabajo pero sin realizar actividades. Tras una larga jornada de asambleas, los trabajadores resolvieron realizar hoy una movilización a las 13 horas que partirá desde la sede del gremio bancario. Además, los máximos representantes sindicales del sector mantendrán por la mañana una reunión con distintos sectores alcanzados por la debacle de estos dos bancos.
La idea de concretar un paro de actividades en las seccionales del gremio en las cuales operan Bisel y Suquía se tratará hoy en asamblea, con lo cual podría decidirse la paralización de las actividades bancarias en la región.
El secretario general de la Asociación Bancaria de Rosario, Luis Ortega, indicó que "es una utopía" la posibilidad de que mañana abran los bancos Suquía y Bisel, tal como lo establece la suspensión temporal decretada por el Banco Central. "Con suerte se podrá hacer el pago de las cuentas de jubilados y sueldos", acotó.
La máxima preocupación de la Bancaria es aunar esfuerzos con un amplio abanico de sectores de la región que incluye a productores agropecuarios, cooperativas, autoridades comunales y municipales, el gobernador y los trabajadores. Ortega señala que "de esta forma podemos salvar al Bisel, que es el único de los tres que manejaba el Credit Agricole que no tiene interesado".

A puertas cerradas
Las posibilidades de operar de los ahorristas en Bisel y Suquía fueron nulas. No pudieron siquiera retirar dinero de los cajeros automáticos, pagar impuestos y, muchos menos, fue posible que los jubilados cobraran sus haberes.
Los ahorristas, muchos de ellos recién desayunados de la noticia, comenzaron a concurrir en horas de la mañana a sus sucursales y se encontraron con las puertas cerradas y las persianas bajas.
Las autoridades del Bisel tomaron la decisión de permitir el ingreso a las cajas de seguridad. En la sucursal ubicada en la esquina de Santa Fe y Mitre, la gente podía entrar por la minúscula puerta de la persiana metálica como si se tratara de una operación secreta. "Ya no podemos creer en nadie", decía indignado un ahorrista.
En cambio, en el Bersa la situación fue normal, tal como se había anunciado y los pasivos cobraron ayer sus haberes.
La incertidumbre de la suspensión de actividades del grupo Crèdit Agricole no sólo puso en jaque a los varios centenares de empleados bancarios afectados. También desde la Asociación Empleados de Comercio pusieron el grito en el cielo. El dirigente de los mercantiles, Rubén Ghioldi, enfatizó que "el grupo emplea gente de una firma de limpieza que realiza tareas en todas las oficinas, aparte está el personal de Tarjeta Bisel Azul, de Multipagos y de Bisel Multiservicios", se quejó preocupado por la situación de unos 300 trabajadores.



La Bancaria protestó ayer y hoy continúa movilizada. (Foto: Silvina Salinas)
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