El subsidio a jefas y jefes de hogar desocupados ya comenzó a pagarse. Sin embargo, aún no aparece claro qué tareas se les podrán asignar ni cuántas horas efectivas sería conveniente que ocuparan. Entre los primeros intentos por definirlo figuran una iniciativa del Ministerio de Educación provincial y otra de Parques y Paseos del municipio, dispuestos a dar cabida a varios miles de beneficiarios del programa.
Desde que el gobierno nacional puso en marcha el programa quedó claro que cada beneficiario recibiría 150 pesos a cambio de una contraprestación. Las razones para anunciarlo entonces y recordarlo ahora tienen menos que ver con el cálculo de qué puede exigirse por esa suma de dinero que con el principio de que debe exigirse algo. Básicamente por el bien del propio beneficiario, cuya inscripción en el plan dependió de su involuntaria condición de desocupado dramáticamente proyectada en el plano personal, familiar y social.
La cartera educativa santafesina parece hasta ahora la más abierta. Fuentes del ministerio admitieron a La Capital que en la provincia habría unos 10 mil establecimientos escolares -el 40 por ciento de ellos en Rosario- donde podrían ubicarse entre 2 y 3 beneficiarios del plan.
Se trataría de tareas que no requieren insumos, pues aunque a muchas escuelas no les vendría mal una mano de pintura, antes deberían conseguirse los materiales para hacerlo. Así, se podrían destinar desocupados a comedores escolares, tareas administrativas, sistematización de bibliotecas, limpieza y rondas de vigilancia escolar los fines de semana.
También se barajaba la posibilidad de que no docentes puedan ser reemplazados por los beneficiarios del plan cuando las licencias se tomen por períodos breves.
La Municipalidad intenta definir qué áreas podrían dar cabida a los jefes de hogar. Una posibilidad apunta a ofrecer a unos tres mil desocupados el viejo rol de placeros, una especie de "ronda educativa" -no de vigilancia- en los espacios verdes urbanos. Habría otras tareas útiles, como el zanjeo y desmalezamiento, pero requerirían insumos extras a los que se usan actualmente.
A modo de ejemplo
Aunque no se trata de algo simple, la primera estimación es qué cantidad y calidad de trabajo puede pagar 150 pesos mensuales. Acá van algunos cálculos.
Alrededor de 150 pesos cobra por mes un profesor titular universitario con dedicación simple y antigüedad inicial, a cambio de 11 horas semanales. Lo mismo gana un docente terciario, por siete horas a la semana. Para ganar 156 pesos netos (186 brutos), un empleado de comercio en la punta más baja de la escala salarial deberá cumplir 24 horas semanales. En tareas menos calificadas (tomando parámetros altos del mercado informal de trabajo), para sacar 150 pesos al mes un jardinero deberá trabajar más o menos ocho horas semanales, una empleada doméstica de 9 a 12 horas y una niñera, de 9 a 10.