"Cuando en febrero se introdujeron modificaciones a la ley de concursos y quiebras, desde el Colegio de Abogados postulamos su rechazo", opinó Mario Holand, quien además de presidir la institución es docente universitario de derecho concursal. "Hoy se produce un retorno en muchas de las instituciones al sistema anterior, esto es, se intenta un equilibrio entre los intereses de los acreedores y los deudores". La reforma anterior pretendía salvaguardar a las empresas ante la emergencia, pero atentaba contra el crédito, explicó. "Mucho se ha hablado de la presión del Fondo Monetario. Nuestro colegio no coincide ni con su filosofía ni con la circunstancia que debamos adoptar sistemas normativos que resulten impuestos por otros factores que no sean nuestras auténticas necesidades", acotó. Sobre la figura del "cram down" manifestó que "se lo ha reimplantado con una regulación un tanto más acabada, producto de haber recogido la experiencia jurisprudencial y la crítica de los expertos". Sin embargo "la crítica puntual que leemos en los diarios refiere a que en las condiciones de hoy constituye un escenario adecuado para la adquisición de empresas cancelando su pasivo a muy largo plazo y en cómodas condiciones de pago, lo cual, sumado a la devaluación de la moneda y al congelamiento de pasivos de los concursos, puede ser muy tentador, además, para inversores extranjeros sin demasiado compromiso".
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