José María Petunchi / Ovación
Newell's terminó la temporada 2001/2002 mucho mejor de lo que la empezó. Por más que la derrota ante Boca pueda sugerir otra cosa ante la contundente goleada del inicio del ciclo de Llop ante Banfield en el sur del Gran Buenos Aires. La campaña del torneo Apertura con Juan Manuel Llop y las del torneo Clausura con Julio Zamora contrastan nítidamente. Y en la comparación, el paso del Negro por la dirección técnica leprosa fue mucho más efectivo que el del Chocho. En los números y en el juego, pese a que haya cerrado el campeonato con una derrota ante Boca el último domingo. De hecho, y con dos partidos menos disputados en su currículum, Zamora sacó 28 puntos (en 18 cotejos) sobre los 23 que había cosechado el Chocho en 20 encuentros. Una mejoría importante que también se vio reflejada en la tabla con el séptimo puesto logrado en el último torneo, contra el opaco 14º lugar que ocupó el equipo en el Apertura. Con Llop, Newell's disputó 20 partidos, de los cuales ganó 6, empató 5 y perdió 9. De 60 puntos posibles sumó 23 (38,33 %). Su racha negativa llegó a 7 partidos sin ganar (6 derrotas y 1 empate) y la positiva fue de 6 encuentros sin derrotas (4 triunfos y 2 empates). De la mano de Julio Zamora, en tanto, los rojinegros jugaron 18 encuentros, de los que ganó 8, empató 4 y perdió 6. De 54 puntos posibles sumó 28 (51,85 registró un invicto de 4 cotejos (3 victorias y 1 empate) en dos oportunidades. Pero al margen de los números, sostén indispensable para bancar cualquier proceso, especialmente de uno que está dando sus primeros pasos, el equipo mostró algunas cosas distintivas respecto a procesos anteriores. Una de las mayores diferencias respecto al proceso del Chocho es que el grupo parece más consustanciado con lo que pretende el técnico y eso se vio reflejado en la entrega que los jugadores mostraron en la cancha. Lo que también es inocultable es que el equipo fue madurando con el correr de los partidos y adquiriendo una madurez que no tenía al comienzo de la temporada, pese a contar con un delantero como Nicolás Pavlovich y Julio Saldaña, quien estuvo en los primeros partidos de la era Zamora. Otra diferencia enorme entre los dos procesos es que cuando inició su trabajo Llop tenía como meta sumar puntos que le permitieran clasificar para alguna copa internacional, pero el flojo desempeño que tuvo no sólo le hizo perder el cargo sino que además condicionó el proceso posterior del Negro. Otra de las bondades que puede exhibir Zamora con orgullo son los triunfos en el Coloso ante el líder e invicto -hasta ese momento- River, Racing e Independiente. Y sin dudas la perla negra fue la derrota impensada ante Unión en el Coloso. El Negro también tuvo el mérito de promocionar a jugadores que terminaron siendo importantes para su proceso como los pibes Luciano Vella y Lisandro Sacripanti, a la postre el goleador leproso en el Clausura (con siete). En este ítem, el Chocho también hizo su aporte con Leandro Fernández, que se adaptó rápidamente a un puesto que no es el suyo (lateral por derecha) y cumplió con creces. El final de la temporada para Newell's terminó mejor que como empezó. Conformar una buena base a la que si se le adosan un par de refuerzos interesantes le puede servir de proyección para el futuro inmediato, siempre y cuando no le desmantelen el plantel con la venta de un par de jugadores insustituibles. J.M.P
| |