El seleccionado francés, actual campeón del mundo, efectuó ayer su primer entrenamiento en Ibusuki, la ciudad termal japonesa donde realizará hasta el sábado próximo las prácticas antes de su debut, el 31 de este mes frente a Senegal, en el partido inaugural del Mundial de Corea-Japón.
Los jugadores realizaron durante el mediodía una sesión de práctica en la que alternaron carreras y ejercicios de elongación para adaptar los músculos al cambio de huso horario.
El seleccionado que dirige Roger Lemerre perdió sorpresivamente el sábado pasado ante Bélgica (2-1), en un amistoso preparatorio, aunque en ese encuentro no jugó la máxima estrella del equipo, el estratega de Real Madrid Zinedine Zidane, quien se sumará mañana al equipo, ya que permaneció unos días más en Francia debido al nacimiento de su tercer hijo.
En tanto, el trabajo más intenso lo realizaron el defensor Mikael Sylvestre y el delantero Thierry Henry, mientras que el mediocampista y capitán Marcel Desailly no practicó debido a un malestar estomacal atribuido a la comida que ingirió durante el viaje.
Invasión francesa
La ciudad de Ibusuki, a 900 kilómetros al sudoeste de Tokio, se vio invadida por ciudadanos franceses que esperaban la llegada de su seleccionado, lo que obligó a un impresionante despliegue policial.
El hotel donde se aloja el plantel conducido por Lemerre, que es también frecuentado por el emperador Akihito, brinda una estadía ideal a los futbolistas: calor pero con poca humedad y un parque lujoso de 500 mil metros cuadrados, con dos campos de fútbol y dos terrenos para los entrenamientos.
Antes de partir el sábado próximo para Seúl, donde se establecerá durante la primera etapa del Mundial, los franceses disputarán mañana un partido amistoso (en tres tiempos de media hora cada uno) contra Urawa Diamond Reds, equipo de la primera división del fútbol japonés.
Posteriormente Francia disputará otro amistoso, el domingo que viene en Corea, ante un combinado local. (Télam)