La devaluación y la cuasi aniquilación del mercado interno de automóviles -entre otros tantos rubros- trastocó el escenario y las estrategias de la mayoría de las terminales asentadas en el país. Así, la nueva apuesta es aprovechar la mejora competitiva por el nuevo tipo de cambio y colocar todo lo que se pueda en el exterior. De todas formas, las posibilidades de capitalizar esta alternativa no son iguales para todas las compañías, ya que dependen de la complementariedad de los modelos locales con cada mercado externo en particular y la presencia que tenga cada marca en esos países. Las automotrices toman a las exportaciones como un salvavidas que permite campear la depresión del mercado interno, pero saben que sólo les sirve para el corto plazo, porque si no se revierte la crisis local correrán peligro las inversiones que se deban hacer para renovar modelos.
En el primer cuatrimestre del año se produjeron en el país 39.519 vehículos sumando todas las categorías, de los cuales 33.182 fueron exportados, y sólo 6.337 se comercializaron en el mercado interno. Las ventas totales en la Argentina durante el primer cuatrimestre fueron de 35.671 vehículos de todas las clases.
En el caso de los automóviles, durante el primer cuatrimestre se vendieron sólo 26.890 unidades, lo que proyecta un volumen anual de entre 70 mil y 90 mil vehículos, para el mejor de los escenarios.
Estas magras cifras y peores perspectivas para los compradores argentinos hizo que las terminales miren hacia el exterior y en ese marco se inscriben los recientes acuerdos comerciales de la Argentina con México y Chile.
El director de la Relaciones Institucionales de General Motors, Alberto García Carmona, indicó que las industrias "están apuntando al exterior" por la caída del mercado interno y señaló que "esto marca una sustancial diferencia con el sector en los años 80, cuando si se caía el mercado interno sólo cabía retirarse". En el caso de GM, se prevé que entre el 70 y el 80 por ciento de la producción se coloque afuera.
Desde Volkswagen, el vocero José María Martínez, coincidió en que "el mercado nacional está absolutamente deprimido y no hay registro histórico de una situación como la que estamos viviendo en estos días". Con este presupuesto, en la VW piensan que difícilmente la industria llegue a los 90 mil autos este año.
La devaluación dio ventajas a las terminales para apuntar hacia afuera. Martínez indicó que con el nuevo tipo de cambio "el mercado de exportación comenzó a ser factible, ya que si bien gran parte de las piezas son importadas, hoy existe un margen que permite ser competitivo en el exterior". La marca alemana exportará el 95 por ciento de su producción de la planta de Córdoba -que sólo fabrica cajas de velocidades- y el 90 por ciento de los vehículos completos que se originan en Pacheco.
Otro fuerte exportador es Ford. Rodolfo Ceretti, directivo de la marca del óvalo afirmó que entre el 85 y el 90 por ciento de la producción nacional de Ford irá a mercados externos.
De todos modos, la mejora competitiva de la Argentina no beneficia a todas las terminales por igual, ya que se depende de varios factores como, por ejemplo, la presencia de modelos nacionales en otros mercados.
Tal el caso de Fiat, una compañía que no podrá sacar mucho provecho. Javier Vernengo, directivo de la casa italiana, explicó que "para ganar competitividad no alcanza con el tipo de cambio sino que además necesitamos escala".
Los mercados externos que aparecen como más tentadores son México y Chile, en virtud de los nuevos acuerdos comerciales, mientras que el pacto automotor con Brasil obliga a un intercambio que no puede ser compensado. Sobre este punto, el embajador brasileño en Argentina, José Botafogo Gonçalves, aseguró el viernes que en un par de semanas habrá "avances sustanciales" en la firma de un nuevo acuerdo automotriz.
El arreglo con el socio mayor del Mercosur puede ayudar a algunas marcas como Fiat, que no está en Chile ni en México. La marca italiana produce un solo modelo y su único destino es Brasil. "Si el mercado interno es chico, con el actual acuerdo con Brasil no podemos exportarles porque nos multan", se quejó Vernengo, y señaló: "Fiat sólo planea exportar motores a Brasil y está sumando otros mercados como Marruecos y la India".
El directivo de Fiat consideró que para exportar además "se necesita tener a los proveedores aquí y sólo se los puede traer si hay un horizonte de producción importante", algo que por ahora no se ve.
No obstante, confió en que Iveco -la fábrica de camiones y utilitarios del Grupo Fiat- sí será beneficiada, previendo exportar más de 1.200 camiones este año. En ese sentido, la devaluación frenó la intención de trasladar la planta a Brasil, una medida que sonó muy fuerte hace pocos meses y que ahora se descartó.
A México y Chile
Con las limitaciones para aumentar la exportación a Brasil por el acuerdo de intercambio balanceado uno a uno, las terminales fogonearon dos acuerdos comerciales a los que arribó el gobierno argentino.
Uno es con México, que en rigor significó ampliar un tratado ya existente que preveía un cupo de 19 mil vehículos, el cual se completó en abril pasado. Ahora se amplió ese cupo a 50 mil vehículos entre el 1º de mayo de este año y el 30 de abril de 2003. El otro es la posibilidad de ingresar al mercado chileno sin aranceles.
"México hoy es el salvavidas", sintetizó el vocero de VW, compañía que tiene una fuerte presencia en el mercado azteca y que cuenta con una de las mejores plantas de ese país. El 90 por ciento de los vehículos producidos en Pacheco se exporta y México es el mercado principal, a donde se destinan los modelos Polo y Caddy, comercializados allá con los nombres Derby y Van respectivamente.
Por el lado de Chile, García Carmona (GM) remarcó que este acuerdo "tiene un alcance importante", y enfatizó que "si podemos exportar a Chile, que es un mercado abierto y en donde entran autos de Japón o Estados Unidos, significa que podemos competir en calidad y en costos, esto último sí gracias a la devaluación".
El mercado chileno es de 100 mil autos al año, una cifra que ya supera las previsiones de ventas para la Argentina.
Para VW, Chile "es una puertita, porque nosotros no tenemos pie en Chile y el mercado es chico". Pero reconocen que "el acuerdo es muy bueno y salió muy rápido".
En la misma dirección se expresó Ceretti (Ford) quien aseguró que "ya estamos allá con todos nuestros modelos y hace muy poco lanzamos la pick up Ranger".
El peligro
¿Pueden subsistir las fábricas en el país sin mercado interno? Rodolfo Ceretti, directivo de Ford, lanzó una advertencia: "En el corto plazo la producción nacional se puede mantener porque pensamos que esta situación no va a durar eternamente. Pero el problema será cuando llegue el momento del recambio de modelos y habrá que ver si se pueden defender las inversiones. En ese sentido no hay tanto tiempo porque las decisiones de inversión en modelos nuevos se empiezan a analizar en las casas matrices con dos años de anticipación".
En VW, la planta de cajas está trabajando a full y planean incorporar cien operarios más, pero en la fábrica de autos hay un acuerdo con el sindicato de reducción de carga horaria en un 20 por ciento.
En tanto, Fiat produjo apenas 300 autos en abril y lleva sólo 100 en la primera quincena de mayo. Más activamente están trabajando con motores que exportan a Brasil y otros destinos, pero tampoco es para respirar tranquilos.
Otros como GM o Ford vienen zafando con la exportación, y en Renault prefieren no hablar del tema. Por lo pronto, México, Chile y, si se logra un nuevo acuerdo, Brasil, son las esperanzas para los autos Made in Argentina.