El Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidirá esta noche el destino de los bancos Bisel y Suquía, luego de que los accionistas franceses del Credit Agricole decidieran retirarse del negocio financiero argentino. Directivos del Central convocaron a las autoridades de los bancos para una reunión definitoria, a las 18.30, aunque trascendidos anticiparon que no hubo avances durante las tensas gestiones que se celebraron ayer a lo largo de la jornada. Como estas entidades tienen una decisiva presencia en la región, en particular dentro del segmento de las pymes y la actividad agropecuaria, se prevé que una suspensión provocaría graves trastornos en la cadena de pagos y a la economía zonal. A partir de una ola de rumores que fue creciendo desde hace dos semanas, Bisel y Suquía quedaron en una situación complicada de liquidez durante las dos últimas jornadas bancarias, con un rojo sumado cercano a los 100 millones de pesos diarios. Distinta es la situación de la tercera pata del grupo Credit Agricole, el Banco de Entre Ríos (Bersa), por ser banca oficial del gobierno entrerriano. Fuentes del Banco Central habían asegurado que el lunes el Bisel y el Suquía abrirían mañana normalmente, pero esa versión ayer se desdibujó porque la autoridad monetaria no estaría dispuesto a seguir dilatando los plazos al precio de afrontar una corrida ya desatada. Más allá de la escasez de recursos, se dijo también que a la conducción de la entidad presidida por Mario Blejer y a funcionarios de la Superintendencia de Bancos les tiembla la mano a la hora de autorizar nuevos redescuentos en el marco de la complicada situación que atraviesa el sistema financiero en su conjunto y sin acuerdo con el Ministerio de Economía sobre las estrategias para pilotear la crisis. De allí que varios directores hayan presentado su renuncia, el propio Blejer haya amagado con la suya y que el directorio esté al borde de quedarse sin quórum para tomar decisiones. Para encontrarle una salida a los problemas de liquidez de los dos bancos el BCRA trabajó sobre dos alternativas: 1- Ceder las instituciones a otros bancos o grupos empresarios locales: se mencionó a Macro, Comafi (una entidad de segundo piso), Perez Companc, Werthein y el cordobés Roggio. 2- Crear un fideicomiso controlado por el Banco Nación para administrarlos, una herramienta similar a la que se creó para manejar el Nuevo Banco de Santa Fe. Más allá de las opciones técnicas que puedan entrar en juego, ayer se estimaba que mediarán a la hora de elegir el rumbo a seguir decisiones políticas del más alto nivel. En tal sentido, se supo de las gestiones encaradas por el gobernador Reutemann y su par mediterráneo De la Sota para que se evite la caída. También se descuenta que pesará en la definición final la palabra del presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, de gira por Europa. Gerentes de la primera línea del Banco Bisel que se reunieron ayer por la tarde en la sucursal local de Mitre y San Lorenzo consignaron que la decisión está en manos de las autoridades del Central. Entre ellos predominaba el pesimismo, al punto tal que estuvieron a punto de difundir una solicitada informando de las prestaciones restringidas para la entidad bajo el régimen de suspensión, que luego guardaron a la espera de la última palabra del BCRA. La divulgación pública de los problemas de los bancos causó una gran conmoción en la población en general y entre los sectores productivos. Por un lado, las entidades suman entre ambas casi 200 mil cuentas sueldo, por lo cual atesoran las asignaciones de muchos trabajadores. El Bisel en particular está fuertemente posicionado en el circuito de producción y comercialización agropecuarias, y en esta época se da el pico de la cosecha gruesa. Al tanto de las malas nuevas, centros económicos del interior santafesino mantuvieron ayer una reunión de urgencia en Maciel para definir estrategias frente a la hipótesis de una suspensión. Para tener una idea de las consecuencias, cabe recordar que la eliminación de los descubiertos bancarios, una decisión que tomó el año pasado el Bisel cuando empezaron a evidenciarse los problemas del sistema financiero, fue uno de los causantes del recordado "Casildazo" que conmovió al país poco antes de la caída del ex presidente Fernando de la Rúa.
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