El ministro de Economía, Roberto Lavagna, opinó ayer que las señales positivas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) está enviando al país responden a que "hicimos parte de los deberes", y agregó que "comienza a verse" la salida de la crisis económica que atraviesa el país. Además, en un encuentro que sostuvo por la mañana con los directivos de los bancos españoles Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y Santander Central Hispano (BSCH) -dueños del Francés y el Río respectivamente- Lavagna logró el compromiso de esas entidades de permanecer en la Argentina y buscar una solución de mediano plazo para el corralito. "De ésta salimos juntos o no salimos", le dijeron los banqueros Emilio Botín (presidente del BSCH) y Francisco González (titular del BBVA) a Lavagna, según fuentes cercanas al ministro. El titular de la cartera económica, por su parte, consideró que el FMI está dando "señales directas o indirectas" al país, que indican que "hicimos parte de los deberes que teníamos que hacer". Lavagna aseguró que "todos advierten que ha habido cambios" en los últimos días, y apuntó que a causa de esos cambios, el Fondo hizo tres guiños "muy importantes". Las tres señales, según el ministro, son el crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 700 millones de dólares firmado el pasado lunes, el aplazamiento por un año de una deuda de 134 millones de dólares con el FMI que vencía esta semana, y el comunicado del Banco Mundial (BM) "diciendo que está listo para entrar en negociaciones con la Argentina". A su entender, las decisiones de los tres mayores organismos multilaterales de crédito "no han sido gratuitas, y tienen que ver con que nosotros también hicimos parte de los deberes que teníamos que hacer". La reforma de la ley de quiebras aprobada por el Congreso, la media sanción dada por el Senado a la derogación de la ley de subversión económica, y los avances en la negociación con las provincias son los principales "deberes" a los que hizo alusión el ministro.
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