"Por ahora hay que pensar en cómo adaptar la ciudad para las bicicletas sin hacer obras, no hay otra opción", afirmó a La Capital la secretaria de Obras Públicas municipal, Patricia Sandoz. De ese modo, la funcionaria descartó que se esté ideando algún plan para readecuar el tránsito rosarino ante el incremento de bicicletas en las calles. Sin embargo, reconoció que en los tiempos previos a la agudización de la crisis, tampoco se activó la traza de ciclovías al ritmo del aumento de los ciclistas. El ambicioso plan es hoy una asignatura pendiente. Hasta el momento, en la ciudad se emplazaron tres tipos de ciclovías: sobre avenida Presidente Perón (ex Godoy), el carril exclusivo para las bicicletas se separa de la calzada por un cordón de hormigón. En Buenos Aires y Entre Ríos, la bicisenda está pintada en plena calle con resaltos, señales que apuntan a la vista, el tacto y el oído. El tercer tipo se da sobre la vereda, tanto en espacios verdes (por ejemplo, en el parque Independencia) como en áreas residenciales y comerciales (San Martín en la zona sur).
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