Le dan 14 años por matar a un joven por la espalda

Carlos Avila le pegó un tiro a Osvaldo Palacios en Rueda al 3900. Los dichos de varios testigos lo incriminaron

Un hombre que mató a un joven de 18 años a balazos por la espalda fue condenado a 14 años de prisión. El acusado argumentó que cuando ocurrió el asesinato estaba durmiendo con su esposa. Pero todas las pruebas y testimonios, según el juez de sentencia Julio Kesuani, terminaron por incriminarlo.
El asesinato ocurrió el 11 de junio de 2000 a primera hora de la mañana, cuando Osvaldo Palacios, de 18 años de edad, regresaba a su casa de calle Rueda al 3900. En ese momento se produjo un intercambio de insultos entre el joven y un vecino, Carlos Alberto Avila, de 24 años, apodado Cara de Goma, quien terminó por extraer un arma de fuego calibre 11.25 y disparó sobre el joven mientras éste corría hacia su vivienda.
Pese a que el joven fue atendido por médicos del Sies, éstos informaron que había muerto como consecuencia de las heridas recibidas. Mientras tanto en al lugar del hecho llegó también la policía, que encontró que los vecinos querían hacer justicia por mano propia contra el homicida, rápidamente trasladado a la sede policial. Los investigadores encontraron en el lugar del hecho varias vainas servidas calibre 11.25 milímetros.
Durante la indagatoria a la que fue sometido, Avila dijo que a la hora del hecho estaba durmiendo en su casa con su esposa que había escuchado disparos pero que no salieron de su vivienda. Señaló en su declaración que más tarde llegó la policía y que lo levantó de la cama. Asimismo, intentó consolidar su defensa señalando que la policía lo había amenazado diciéndole que si no declaraba lo iban a matar. Incluso señaló que el padre de la víctima siempre lo amenazaba.
Sin embargo el argumento defensivo de Avila chocó con las pruebas reunidas y los numerosos testimonios de personas que presenciaron el hecho. Uno de los testigos sostuvo claramente que había visto a Avila cuando disparaba contra el joven mientras lo corría de atrás.
El juez Kesuani señaló que "los diversos tramos del suceso, tal como se fuera desarrollando fácticamente convergen hacia la persona de Avila como el sujeto que persiguió al occiso antes de que éste sufriera las lesiones que provocaron su fallecimiento". El juez, además del testimonio de la persona que vio a Avila persiguiendo y disparando contra Palacios, tuvo en cuenta las declaraciones del padre de la víctima quien también aseguró que Avila le había disparado.
Precisamente Cayetano Palacios, el padre de Osvaldo, presa de un estado de nervios en la dependencia policial comenzó a agredir al detenido, a quien atribuyó a gritos ser autor del asesinato. El juez Kesuani condenó a Carlos Alberto Avila la pena de catorce años de prisión porque existían "plurales elementos probatorios que unívocamente" lo sindicaban como el autor del hecho.