Las dos horas de paro dispuestas por el Sindicato Municipal a partir de las 11 de ayer pasaron casi inadvertidas. Es que, tanto en la ex Aduana -donde funciona el Tribunal de Faltas y se tramita la moratoria municipal- como en el Centro Integral de Atención al Contribuyente (Ciac) los administrativos trabajaron normalmente. La medida tampoco fue acatada por los empleados de la oficina de atención al vecino del Palacio Municipal ni por la mayor parte de la planta de las secretarías de Salud y Servicios Públicos. El titular del sindicato, Néstor Ferrazza, explicó que "los cambios de modalidad sobre la hora pueden haber sumado confusión", pero de todos modos consideró que "el objetivo de manifestar la protesta" se había cumplido. Es que, en principio, el Sindicato de Empleados Municipales dispuso el paro para acompañar la medida que la CGT disidente, conducida por Hugo Moyano, había lanzado a nivel nacional. Pero una vez que el camionero dio marcha atrás, el gremio municipal sostuvo la huelga, de 11 a 13, aduciendo que "no se puede, a 10 horas de un paro, levantarlo sin mayores explicaciones para la gente" y calificando esta actitud como "una falta de respeto". Sin embargo, los empleados no se mostraron muy convencidos de la conveniencia de esta protesta: "Es ridículo. No se puede sostener un paro que no tiene mayor sentido", se despachó un administrativo que cumple funciones en la ex Aduana. Al mediodía, en ese organismo donde se tramita la moratoria municipal había gran cantidad de contribuyentes esperando ser atendidos. "Están haciendo cola desde temprano y cómo hacemos nosotros para explicarles que tienen que esperar dos horas más porque estamos de paro", opinó otra empleada. Lo mismo sucedió en el Ciac, donde se entregaron turnos durante toda la jornada y se atendió con normalidad al público. "Es que estamos en los últimos días de la moratoria y no podemos ser tontos e impedir que la gente pague. Así que en los lugares donde se trabaja con la recaudación, se autorizó que la gente siguiera trabajando", aseguró Ferrazza. Un panorama similar se vivió en la Secretaría de Servicios Públicos donde sólo acataron la huelga los cinco inspectores cuyo turno comenzaba sobre el mediodía. En cambio, los agentes que trabajaban en los galpones de esta dependencia sostuvieron su actividad habitual. En el centro de distrito norte Villa Hortensia se atendió hasta las 12, en cambio en el minimunicipio de la zona oeste (Felipe Moré) sólo se entregaron turnos hasta las 11. En los hospitales municipales el grado de acatamiento al paro también fue dispar. "Como la medida se dispuso sin abandonar los puestos de trabajo fueron muy pocos los que dejaron sus tareas", explicaron en el Clemente Alvarez (Heca) y en el de Niños Víctor J. Vilela. "Fue un paro tranquilo", opinó Ferrazza y aclaró que "el cambio de modalidad sobre la hora pudo traer confusión". El gremialista apuntó que el objetivo se cumplió "ampliamente". Y fundamentó: "Pudimos protestar por algo que somos conscientes que tenemos que protestar y, además, nos diferenciamos de los dirigentes a nivel nacional que sólo responden a oscuras directivas que les dicen: «ahora paren, ahora movilícense, ahora quédense quietos»".
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