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"Bonus exter eternum"

Si yo fuera gobernante, para paliar la situación económica, social y moral en que viven los argentinos, liberaría de inmediato el dinero atrapado por los "corrales bancarios". En reemplazo de ello, canjearía, por bonos, el dinero que los argentinos mantienen depositado en el exterior. A los mismos, los denominaría "bonus exter". Aquel que no tiene el dinero en el país es seguro que no lo necesita en forma inmediata y puede aguantarse los plazos de amortización programados para los depósitos locales. Desde luego, previo al canje, cada depositante deberá pasar por las dependencias de la Afip (DGI), ser atendidos por funcionarios a fin de probar la legitimidad de sus dineros. A los que se les descubra moneda espuria, que se les haga también un canje, pero por un bono que llamaríamos "bonus exter eternum". Este sería amortizable a un plazo mínimo de cien años, y con cincuenta más de gracia, y con prohibición de plantear recursos de amparo. Con parte del producto de dicho canje, se deberá amortizar la deuda externa y así liberarnos de las fauces del FMI y hasta nos podríamos dar el lujo de prestarles dinero a igual interés del que ellos perciben de nosotros... A partir de allí, trataríamos de vivir en paz, entrar a funcionar como país, regir y hacernos responsables de nuestro destino, y terminar con el acoso de ideólogos, alborotadores sociales y corruptos, entre otros. Y que los argentinos seamos lo que sepamos ser... y lo que Dios quiera.
Miguel Angel Broisin