Once investigadores de diferentes provincias argentinas desarrollaron un proyecto para medir la eficacia de una técnica endovascular para destapar las arterias obstruidas en la zona del cuello. El trabajo evaluó el procedimiento realizado en ocho centros de cardiología intervencionista del país para luego medir la eficacia del método y comprobar la calidad de la prestación comparándola con métodos anteriores y con estándares internacionales.
La investigación fue comandada desde Rosario por el doctor Carlos Vozzi, y será presentada pasado mañana en Seattle, Estados Unidos, en el marco del congreso organizado por la Sociedad de Angiografía e Intervenciones Cardíacas. Durante el cónclave la sociedad científica nombrará al doctor Vozzi como miembro de este foro mundial.
El registro argentino de angioplastia carotidea con implante de stent (así se llama el estudio) es una investigación del Consejo de Stroke de la Sociedad Argentina de Cardiología.
La práctica endovascular se realiza mediante la introducción de una sonda que penetra por la zona inguinal y navega por las arterias hasta llegar a la carótida obstruida (arteria del cuello que irriga sangre al cerebro). Una vez allí, un globo o balón empuja la grasa hacia las paredes de la arteria para luego implantar una malla de acero inoxidable llamada "stent", que protege el conducto antes tapado. El procedimiento posibilita reiniciar la circulación y aumentar la irrigación cerebral.
Antes de esta técnica el procedimiento para tratar las obstrucciones consistía en un corte en el cuello desde donde se localizaba la arteria tapada y se extraía la grasa. Luego se suturaba. A pesar del tiempo de uso, no existen estadísticas acerca de los resultados de su aplicación.
Buenos resultados
"Necesitamos demostrar que la nueva técnica es mejor que la anterior para comprobar si realmente estamos aplicando un método mejor. Aunque se carezcan de registros de la técnica anterior, la investigación dirigida en Rosario muestra que los resultados obtenidos en Argentina en estos últimos 5 años han sido satisfactorios, lo que da pie para seguir avanzando en la práctica", enfatizó Vozzi.
El estudio demostró además que en el país se aplicaba la técnica de acuerdo a estándares internacionales y que los materiales utilizados no son los adecuados, "lo que permitió exigir a las industrias proveedoras mejores instrumentos", agregó el profesional.
Del trabajo de investigación participaron la Fundación Favaloro y el Imecc de Buenos Aires; el Instituto de Cardiología de Corrientes; Unidad Cardiológica Río Cuarto; Hemodinamia Rosario; Angiografía Digital y Sanatorio Garay de Santa Fe, y Sanatorio Allende de Córdoba.
"Esto implica mucho esfuerzo pero sabemos que esto a largo plazo mejora la calidad de la medicina y supone un beneficio para la sociedad", concluyó Vozzi.