El viernes a la noche, en pocos minutos, una barriada de la zona oeste de la ciudad se convirtió en un infierno cuando en medio de un tiroteo un chofer de una empresa del transporte urbano de pasajeros mató a un muchacho e hirió a otro para defenderse, según coincidieron en señalar los familiares y la policía, de los ataques a balazos que perpetraron un grupo de jóvenes entre los que estaban las dos víctimas.
Todo se inició cerca de las 22 en una humilde casa de Perú 2573. La vivienda, aún en construcción, está situada a pocos metros del cementerio de Disidentes. A esa hora, Mabel Olimpia Salinas se hallaba sentada junto a su hija, Romina, de 16 años, y su yerno, Pablo César, sobre un tronco emplazado a unos pocos metros de la casa, casi en la intersección con el pasaje Volta, cuando aparecieron dos muchachos por la calle Perú.
Uno de los jóvenes continuó la marcha, pero el segundo se detuvo frente a un árbol ubicado justo frente a la casa de la mujer. "El tipo parecía que estaba borracho o drogado. Enseguida se bajó los pantalones y empezó a orinar. Yo le preguntó qué hacía y en ese momento salió mi marido y le dijo «si estaba loquito». Entonces el otro muchacho se volvió y dijo que «no pasaba nada y que estaba dado vuelta»", explicó Mabel.
Lluvia de balas
Los dos muchachos se fueron y el chofer, Carlos Alberto Ponce, de 39 años, creyó que los intrusos ya no regresarían. El trabajador se introdujo en la casa mientras su esposa se quedó afuera con Romina y Pablo, aunque la chica pensaba que los muchachos volverían "para vengarse".
Media hora después, la presunción de Romina se convirtió en realidad cuando divisaron en medio de la oscuridad a un grupo de hombres que venían caminando contra la pared. Los Ponce quedaron atrapados en medio de una balacera. "Yo les grité (a mi hija y el yerno) que se metieran adentro porque los tipos tiraban a matar. En ese momento, salió mi marido, pero uno de los tipos ya estaba a pocos metros. Entonces, Carlos se puso detrás de un árbol y empezó a disparar con una carabina", explicó Mabel.
Mientras esto ocurría, ya había llegado un segundo grupo desde la cortada Volta, mientras una lluvia de proyectiles sobrevolaba la cuadra. Uno de los balazos disparados por Ponce impactó en el pecho de uno de los agresores. El muchacho caminó unos metros y se desplomó al suelo, sobre una columna. A los pocos segundos murió.
Uno de los agresores se acercó al fallecido, Iván Félix Ruiz, de 18 años, y se apoderó del arma que llevaba. Según indicó Mabel, la policía halló entre sus ropas un cuchillo.
Ponce también hirió a otro de los atacantes. Se trata de Pablo Díaz, de 25 años, que recibió un proyectil en la región dorsal y está internado en el Hospital de Emergencias. Curiosamente, Díaz les dijo a unos policías -cuando lo encontraron caminando por Cullen al 2400- que había sido baleado al resistirse al robo de su bicicleta.
Después, tres de los atacantes se acercaron a los Ponce para insultarlos, pero enseguida se marcharon en una moto casi al mismo que llegaba al lugar un patrullero del Comando Radioeléctrico.
Mabel dijo que en el tiroteo había sido herida un chica de 18 años que regresaba de la escuela a su casa de pasaje Volta, pero la adolescente lo negó, sin brindar detalles de lo que había sucedido.
Por otra parte, Salinas señaló que los agresores "son del barrio y viven en un aguantadero porque roban y no les importa matar". Además la mujer contó un episodio singular. "En la pared habíamos pintado una imagen del Che Guevara, pero la borramos porque sentíamos temor", dijo.
La vivienda de los Ponce está en construcción y luce una condición precaria. La abertura de una de las ventanas está cubierta con chapa, lo mismo que la puerta.
El chofer, que trabaja en la empresa de transporte General Belgrano, quedó detenido en la comisaría 19ª y mañana prestará declaración ante la jueza de instrucción María Luisa Pérez Vara.
Los agentes de la seccional 19ª secuestraron una carabina Maeli calibre 22 largo de propiedad de Ponce, con un cargador con cuatro cartuchos.