La Habana. - El ex presidente estadounidense Jimmy Carter llega hoy a Cuba para una histórica visita con la que quiere ayudar a romper el hielo entre Washington y La Habana, acérrimos enemigos ideológicos desde hace más de cuatro décadas. En la visita de mayor valor simbólico desde la del Papa Juan Pablo II en 1998, Carter, la personalidad estadounidense de más alto rango que ha viajado a Cuba desde el triunfo de la revolución castrista en 1959, permanecerá en la isla caribeña del 12 al 17 de mayo.
La visita de Carter ha despertado expectación tanto en el gobierno como en la minoritaria disidencia interna, que trata de aprovechar las visitas de líderes extranjeros para dar a conocer sus intentos de lograr cambios pacíficos en Cuba. Al realizar el anuncio oficial sobre la visita privada, el diario Granma, del gobernante Partido Comunista, dijo ayer que el ex mandatario norteamericano "tendrá la oportunidad de contactar y reunirse con cuantos ciudadanos desee hacerlo", en clara referencia a un posible encuentro con grupos disidentes a los que La Habana acusa de contrarrevolucionarios al servicio de Washington. "La palabra la tiene Carter sobre los temas que él quiera tratar. Yo haré lo posible por atenderlo. Se merece ser atendido", dijo a la prensa el viernes en la noche el presidente cubano Fidel Castro.
Al anunciar su llegada, Carter explicó que su visita a la isla comunista es una oportunidad para "compartir ideas sobre cómo mejorar la relación" entre ambos países.
Castro considera a Carter como el más conciliador de los diez presidentes que ha visto pasar por la Casa Blanca en sus 43 años en el poder. No en vano Carter, crítico de las sanciones económicas que Washington mantiene desde hace cuatro décadas sobre la isla, trató de promover un acercamiento a la isla durante su presidencia entre 1977 y 1981. El gobierno cubano confía que esta visita contribuya a normalizar las relaciones de la isla con Washington y potencie las voces, cada vez más fuertes en EEUU, a favor del levantamiento del embargo.
En TV y con la oposición
Lejos de preocuparse por las críticas que Carter, conocido por sus misiones en el mundo como observador de procesos electorales y como promotor de los derechos humanos, pueda hacer al sistema unipartidista socialista cubano, Castro le ha ofrecido la televisión estatal para que el martes se dirija en directo al pueblo cubano. "Queremos que vea nuestro país... incluso para que nos haga todas las críticas que quiera hacer porque estamos persuadidos de la ética moral y humana de la Revolución", dijo Castro en un discurso.
Los disidentes confían, por su parte, que Carter hable en favor de la democracia y el respeto a los derechos humanos. "Es una visita positiva... es un hombre de diálogo y esta visita será una oportunidad para el diálogo", dijo Vladimiro Roca, liberado una semana antes de la llegada de Carter, después de cumplir casi la totalidad de los cinco años de prisión a los que había sido condenado por sedición.
El encuentro con la disidencia aún no tiene fecha fijada pero se espera que se produzca el jueves, cuando el intenso programa de Carter incluye tiempo para actividades privadas. "Seguramente el propio Carter no espera ningún milagro, o resultado espectacular debido a su visita, pero estoy seguro que el impacto de la misma será siempre positivo tomando en cuenta su compromiso con la causa de los derechos humanos y la democracia", dijo el opositor moderado Elizardo Sánchez.
El gobierno cubano insiste que su sistema es más democrático que el modelo occidental y reafirma su compromiso con los derechos humanos, citando como ejemplos el sistema de educación y salud gratuitos. El propio Carter ha reconocido que no espera lograr con su visita cambios en la política cubana, pero sí quizás contribuir a mejorar las relaciones entre los dos países, que rompieron lazos diplomáticos poco después de la revolución de 1959.
El ex presidente desarrollará durante sus seis días en la isla un programa que incluye una visita al Centro de Biotecnología e Ingeniería Genética, situado en el centro de la polémica por las recientes acusaciones de Washington de que Cuba estaría tratando de desarrollar armas biológicas. Además Carter visitará varios centros educacionales y de salud, de los que el gobierno cubano está especialmente orgulloso, como la Escuela Latinoamericana de Medicina. (Reuters y DPA)