Cañada de Gómez. - "Tengo un hijo que va a primer grado y como no lo puedo ayudar en la tarea de la escuela porque no sé leer ni escribir, decidí comenzar a estudiar". La presentación de Mirta Almada, en el primer día de clases, fue similar a las de otras veinte mujeres que también asisten al curso de alfabetización y enseñanza básica que comenzó a dictarse en el Centro de Capacitación Laboral Nº 26 (Cecla).
El entusiasmo y las ganas de aprender motivó a las alumnas a sentarse nuevamente en un aula y aceptar los desafíos del volver a empezar. En casi todos los casos las estudiantes tuvieron que dejar de lado actividades propias de la casa para obtener mayores conocimientos y nuevas herramientas propias del aprendizaje.
"Siempre lamenté no haber podido ayudar a mi hijo, que hoy tiene 18 años, en la escuela, pero tengo una revancha con mis nietos", dijo por su parte María. Muy cerca de ese banco, Beatriz Correa señaló que concurre al curso porque quiere mejorar sus conocimientos y porque le gusta leer y escribir.
El curso de alfabetización tuvo su origen en una idea que partió de las asistentes sociales del hospital San José, Ana María Belardinelli y Fernanda Pacífico. Al observar las fichas de las personas que acuden en busca de asistencia social observaron que un alto porcentaje (alrededor del 50 %) no tenía terminada la escuela primaria.
"Empezamos a trabajar y nos propusimos hacer un proyecto. Elevamos un escrito a la Región V de Educación y Cultura y tuvimos una rápida aceptación de las autoridades. En esa repartición nos dijeron que había un programa pero jamás pensamos que se podría implementar", explicaron.
El acto de apertura de clases se realizó en el mismo centro de capacitación laboral y tuvo toda la emotividad de un primer día de clases. Además de ediles, autoridades políticas y los propios directivos y alumnos del establecimiento, estuvo el director de la Región V, Héctor Reinoso.
"Nuestra intención es dar respuestas, pero a veces no tenemos todos los recursos y los medios necesarios. En este caso surgió que existe un programa que seguramente va a ser de gran utilidad. Ojalá se sigan sumando otras madres a este emprendimiento", dijo el responsable de la delegación del Ministerio de Educación.
Volver a empezar
La reunión realizada en el Cecla también contó con la participación de una integrante del equipo técnico del plan provincial de educación básica y alfabetización, Silvia Juvani. "Esto es extraordinario, es un volver a empezar", opinó la docente, para agregar que "el grupo tiene ilusiones y expectativas".
"En una crisis tan terminal como la que tenemos, las mujeres nos ponemos de pie cada mañana porque tenemos responsabilidades que cumplir en diversos ámbitos", subrayó Juvani frente a las alumnas en el interior del aula, y añadió: "No se olviden de que este también es un proyecto de solidaridad".
"Están transitando un camino difícil -acotó por su parte Belardinelli- que va a tener alegrías y obstáculos, pero seguramente tendrá un final feliz que es el conocimiento. Muchos obtendrán el certificado de fin de año y mejorarán sus oportunidades laborales".
Otras personas y dirigentes vinculados al proyecto también relataron su experiencia en el aula antes de comenzar la primera clase. "Mis padres no pudieron terminar sus estudios, pero a mí me mandaron a la escuela y pude estudiar. Ojalá aprovechen esta oportunidad", les dijo a las mujeres el presidente del Concejo, Juan Carlos Abbondanzieri.