Entre las muchas ciudades del país que he visitado, Mar del Plata es, sin duda, mi preferida. Cada vez que vuelvo a ella es descubrir algún rincón diferente. Ya de por sí el paseo costanero, desde la zona de La Perla hasta cabo Corrientes, es una maravilla, por la conjunción de playas, rocas, cielo y mar. Todo sumado al abigarrado conjunto de altos edificios, bonitos chalets, la extensa rambla con el Casino y el Torréon del Monje, que juntos enmarcan el pintoresco paisaje. En esta ocasión tuve la dicha de visitar dos sitios tan agradables como disímiles. Por un lado la novísima capilla del padre Pío, en el barrio del Faro, muy lejos del centro, de líneas modernas y sencillas. Quien conozca la historia del beato padre Pío de Pietrelcina (Italia), a quien el Sumo Pontífice canonizará el próximo 16 de junio, convirtiéndose así en el santo moderno más querido de Italia, no dejará de emocionarse al entrar en la pequeña construcción blanca, muy luminosa por los grandes vidrios que posee, y detenerse ante la imagen del futuro santo cuya mirada rebosa simpatía y bondad. En ese barrio de casitas nuevas y bajas, la blanca capilla se destaca en medio de un parque como un verdadero oasis de paz y recogimiento. Otro sitio que me deslumbró es el Museo del Mar, ubicado en la residencial loma de la avenida Colón, con sus tres pisos de moderna arquitectura, que alberga la colección privada de caracoles más completa de Sudamérica, constituyendo una belleza por donde se lo mire. La visita comienza por el último piso donde están la terraza y el mirador del museo, con preciosas vistas de Mar del Plata. Se continúa por el segundo piso donde luminosas vitrinas albergan especies de caracoles de más de 50 países del mundo, coloridos y exóticos algunos, raros y bellísimos otros. Y desandando se llega al primer piso donde hay un vistoso acuario con peces del mar argentino y una cálida confitería para degustar un café con riquísima repostería artesanal, todo en un ambiente de serenidad y armonía. Mar del Plata es una ciudad sorprendente ya que siempre ofrece lugares para descubrir y disfrutar, no sólo playas, sol y mar. Liliana Olga Savignano
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