Año CXXXV
 Nº 49.476
Rosario,
domingo  12 de
mayo de 2002
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Armenia: Museo a cielo abierto
En 1991 se convirtió en república. El turismo es uno de sus principales recursos

Mientras el mundo reconoce a Armenia como el primer país cristiano, religión que adoptó en el año 301, y por haber sido importante centro comercial y cultural en la antigüedad, la actual república, independizada de la Unión Soviética en 1991, está en pleno desarrollo de sus mejores fuentes de recursos, entre las que figura el turismo.
Las artesanías, las alfombras, los vinos y el coñac, son otros de los rubros a los que apunta la nueva economía de este país transcaucásico de altísimas montañas -la más alta es Aragats, de 4900 metros- en medio de las que emerge el gran lago Seván.
Con 30.000 kilómetros cuadrados de extensión, una superficie similar a la de Bélgica, y sin costas, Armenia despliega a lo largo de su territorio más de 40 mil monumentos históricos, algunos en medio de valles y desfiladeros.
Turísticamente, este "museo a cielo abierto" es uno de los principales atractivos con los que Armenia sale a captar visitantes, en un mundo que hasta hace pocos años consideraba al pequeño país alejado de los circuitos de viajes.
El bíblico monte Ararat, de 5.100 metros de altura y de extraña forma triangular, donde Noé posó su arca para salvar a los animales del diluvio, se ve desde gran parte del país. Pero ese símbolo legendario, que se levanta en territorios históricamente armenios, está ahora en tierras ocupadas por Turquía.
El idioma armenio, cuyo alfabeto fue creado en el año 406, resulta extraño para los extranjeros. Pero este pueblo de cerca de 3.700.000 habitantes, de los que más de la mitad vive en zonas rurales, entre viñedos, es gente sencilla y afable. En especial con los argentinos, por la admiración que sienten hacia Maradona.
Ereván, la ciudad capital, es tan antigua como Cartago y Roma; el año pasado cumplió 2.781 años, y la historia registra que la primera mención de su nombre data del 782 a.C. La ciudad está construida sobre el reino de Urartu, antigua civilización fundada por los armenios en ese tiempo.
Su plaza principal, la de la República, es una amplia explanada a la que rodea el Palacio de Correos, el Museo de la Historia y el Nacional de Bellas Artes, además de la Cancillería y el tradicional hotel Armenia, ahora privatizado y concesionado a la cadena internacional Marriott.
Pero tal vez lo más impactante de Ereván para los turistas sea el monumento al 24 de Abril, sobre la colina de Tsisernagapert, donde está la llama votiva en homenaje a los 1.500.000 armenios muertos en el genocidio turco otomano de 1915.
Resulta también muy interesante llegar hasta la cercana Avan para visitar las antiguas minas de sal, cuyas instalaciones están a 235 metros de profundidad.
La colectividad armenia de Argentina asciende a 100.000 personas y es la más grande de América latina. En el barrio porteño de Palermo está la plazoleta Monte Ararat, enfrentada con la iglesia Nuestra Señora de Narek, perteneciente a la comunidad católica de Armenia.



En Armenia hay más de 40 mil monumentos históricos.
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