| | Nueva Zelanda: Reina de la aventura Playas, volcanes, leyendas y mar azul, en el pequeño paraíso del Pacífico sur
| Tanto para quienes recorren su geografía con la mochila al hombro como para aquellos que se alojan en hoteles de súper lujo, Nueva Zelanda guarda sorpresas y emociones para todos sus visitantes. Esta pequeña nación del Pacífico sur es la reina del turismo de aventura, ofreciendo múltiples propuestas recreativas en escenarios naturales de inigualable belleza. La localidad de Queenstown es conocida como la capital de la aventura. Seduce a los amantes del vértigo con atracciones como jetboating (paseos en botes a chorro), saltos bungy, esquí, bajadas en balsa por ríos transparentes y parapentismo. El parapentismo es una alternativa ideal para quienes prefieren volar en vez de saltar al vacío atado de una soga. Cerca de Queenstown y Wanaka se ofrecen excursiones de medio día, con el asesoramiento de profesores experimentados. Otra opción a pura adrenalina es el salto rap, modalidad inventada en este país. Es una variante del "rappelling", donde los osados turistas se animan a bajar la ladera de la montaña con la cabeza hacia abajo. Los operadores locales enseñan a los novatos las técnicas para controlar la gravedad en la bahía de las Islas, en Auckland, Wanaka y Queenstown. En tanto, las ricas zonas de pastoreo del Waikato constituyen una de las zonas agrícolas más importantes de Nueva Zelanda. La región es famosa por sus lecherías y cavernas. El sistema de cavernas que corre debajo del Waikato del sur fue moldeado por riachuelos subterráneos. Aquí los turistas pueden visitar las célebres muestras de lombrices fluorescentes, ya sea en bote o a pie. La exploración de cavernas y el balseo a oscuras son actividades populares en esta parte del país. Por su parte, los Alpes del sur se jactan de tener algunas de las cimas más altas dentro del hemisferio. En invierno, operan diversos centros de esquí, que combinan paseos previos en helicóptero y recorridos por los glaciares de Tasmania y Fox. En tanto, durante el verano se puede navegar en balsas por aguas límpidas y torrentosas. Otra opción imperdible son las bajadas nocturnas a bordo de cámaras de neumáticos que se realizan en riachuelos que atraviesan las cavernas submarinas que forman parte de las cavernas de Waitomo, en la Isla Norte, o por cavernas cercanas a Westport y Greymouth, en la Isla Sur. También se pueden practicar paseos en kayak por mar, lagos o ríos, ideales para explorar las zonas vírgenes de Nueva Zelanda, a las que también es posible acceder mediante cabalgatas y caminatas grupales. Nueva Zelanda es además un cielo terrenal para los amantes de la navegación a vela y del buceo. Sus aguas azules cercanas a la costa están repletas de coloridos y exóticos peces y otros ejemplares de fauna marina. El cabo Reinga es el punto más al norte de Nueva Zelanda. Desde la parte superior de su península es posible visualizar cómo el mar de Tasmania choca con el majestuoso océano Pacífico. Es un sitio espiritual relevante para el pueblo maorí. Según la mitología nativa los espíritus de los muertos saltan desde cabo Reinga y viajan a través del océano hasta su hogar en Hawaiki. El país está ubicado al sur del océano Pacífico, a 1.600 kilómetros al sudeste de Australia, dentro de Oceanía. Tiene una superficie de 270.534 kilómetros cuadrados, con más de 3 millones de habitantes, que hablan inglés y maorí. Su capital es Wellington, en la Isla del Norte. Para arribar se ofrecen vuelos directos desde Londres que llegan en 24 horas, desde Los Angeles en 13 horas y desde Tokyo, Hong Kong o Singapur en 10.
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