Año CXXXV
 Nº 49.475
Rosario,
sábado  11 de
mayo de 2002
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Rosario Central
Signorini habló del estado físico del plantel canalla

Mauricio Tallone / La Capital

Fernando Signorini avizora la mesa más próxima en el hall del Hotel Riviera y la utiliza como pausa reparadora en la cita pautada con Ovacion. Por algunos minutos, el hábitat del preparador físico de Central permanece virgen de papeles y anotaciones cronológicamente archivadas. Una escenografía que no oculta su aureola de profesional esmerado, pero que entra en conflicto con esa fortaleza de conos y vallas que suele montar cada tarde en Palos Verdes.
Como ladero inseparable de César Luis Menotti, en el discurso del PF canalla no se filtra ninguna impureza conceptual que lo deje en posición adelantada del evangelio menottista. Por eso elige una manera elíptica para anunciar hasta el hartazgo que "el principal responsable de la preparación física de un plantel es el técnico" y vulnera cierta mitología alrededor de la injerencia de los preparadores físicos en este fútbol aliado al atletismo.
"En cierto modo el técnico es el que decide los tiempos que le tiene que dar al preparador físico. Por eso surge esa sentencia que cuanto más sabe un director técnico menos trabajo tiene el preparador físico", argumenta su posición sin afán de levantar polvareda.
Si se quisiera desempolvar el palmarés del actual PF auriazul probablemente habría que echar en el alambique una dosis determinante de Menotti -su mentor cuando el Flaco dirigía Barcelona en el 83-, experiencias surtidas al lado de Maradona en sus periplos europeos por Napoli y la selección nacional, una ambición de conocimiento tan voraz que bordea las sentencias de Sigmund Freud, sacralización de creencias y metodologías y una pizca de incorrección ideológica que en su momento lo empujó a acompañar a Diego en su vuelta a Sevilla bajo la dirección técnica de Carlos Salvador Bilardo. El hervor de esta mezcla no daría otra cosa que un Signorini auténtico, con su distanciamiento por los exabruptos y con su mirada casi sociológica para entrar con buen pie en este joven plantel canalla.
-A poco más de dos meses de estar con el plantel, ¿qué balance puede hacer desde el punto de vista físico?
-Normalmente los equipos de fútbol en la alta competencia gozan de una buena condición física, sobre todo cuando un cuerpo técnico llega con el baile comenzado como nos pasó a nosotros. Acá no hay demasiado misterios, en esto es fundamental el factor anímico y en ese sentido la llegada de Menotti le hizo muy bien al plantel.
-Por eso las prácticas de este cuerpo técnico se reducen exclusivamente a sesiones futbolísticas.
-Sí, obviamente existe un ordenamiento en cuanto a los objetivos de todos los que componemos el cuerpo técnico, pero la voz cantante la lleva Menotti.
-¿Cree que ya se vio la mano de usted en el estado físico de los jugadores o recién se verá cuando empiece la pretemporada?
-En los planteles no se puede hablar de la mano de nadie en la preparación física porque todos los trabajos que se hacen están guiados por el entrenador. Por lo menos así trabajamos nosotros. Si a un equipo que juega bien al fútbol le cambiás un preparador físico de otro no tan bueno igual va a seguir ganando y jugando bien. En definitiva, todo pasa por la mayor cantidad de buenos jugadores que tiene un equipo. Sin buenos preparadores físicos los grandes equipos igual saldrían campeones y los peores saldrían últimos.
-Su discurso va a contramano de los que creen que sin un buen preparador físico no es posible armar un gran equipo.
-Los que creen eso es porque no saben nada de fútbol. Igualmente no desconozco que puedan decirse ese tipo de disparates y otros mayores. Los grandes equipos de la historia se destacaron por sus jugadores y no por sus preparadores físicos. Nunca once mediocres salieron campeones, tal vez hayan hecho una gran campaña porque con los calendarios alocados del fútbol argentino todo puede pasar. Pero en campeonatos serios eso no ocurre, en el 99 por ciento de los casos ganan los mejores equipos.



El PF se reconoce un amante del método de Menotti.
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