Ricardo Luque / La Capital
Guillermo Francella vuelve a la pantalla de Canal 5. El humorista estrena esta noche, a las 21, la nueva versión de "Poné Francella", el humorístico en el que actúa junto a Gabriel Goity, René Bertand, Florencia Peña y, desde esta temporada, Manuel Wirtz, Andrea Frigerio y Cecilia Milone. En diálogo con La Capital, el humorista afirmó que, frente a la difícil situación que viven los argentinos, es necesario abrir un espacio para la distensión, y añadió: "La gente tiene una necesidad enorme de pasarla bien, aunque más no sea un ratito" . -¿El programa fue renovado en su totalidad? -Sí, en su contenido en su totalidad, hay sketches nuevos, sit coms nuevas, escenografía nueva y elenco también nuevo. El formato, el envase, es el mismo, pero, después de hacer cuarenta programas, teníamos ganas de cambiar un poco. Viste que cuando empezás a no divertirte vos ya no divertís a nadie. Hay gente a la que le gusta estirar las cosas, pero esa no es nuestra idea, preferimos tomar el riesgo de cambiar. -¿Cómo se hace para no repetirse y seguir gustando? -Creo que lo que más moviliza es mandarse haciendo personajes identificables, que tengan la cotidianidad que tiene hoy un argentino, que uno se sienta identificado con los personajes que hace y que la gente también lo sienta. No hay una receta. Yo creo que me sigo riendo de las cosas que se ríe la gente y para mí eso es fundamental. Yo puedo hacer un humor para ocho personas y otro más masivo, pero me siento mejor haciendo lo que le gusta al gran público. -Tu intención es hacer personajes que sean fácilmente identificables para los argentinos, por lo tanto tenés una idea de cómo es un argentino hoy. ¿Podrías describirlo? -Yo veo a los argentinos padeciendo día a día la diaria, con un clima de incertidumbre, yendo a un banco y sufriendo todo lo que se vive hoy dentro de un banco, yendo a un supermercado y quedar desorientado por la permanente confusión de los precios. Los veo pasándola mal, no disfrutando con su familia porque tiene que hace mil cosas para poder llegar a fin de mes, y al que le va bien también con tristeza, porque a la gente que ama le va mal. Es complicado hoy ser argentino. -¿Pensaste alguna vez en hacer las valijas y partir? -No, te juro que no. Eso no está en mis planes y te lo digo muy de cerca, porque la hermana de mi mujer, con su esposo y sus hijos se fueron a España y fue muy traumático para la familia. Y, a pesar de que a veces pienso "¡uy, Dios mío, cómo están las cosas!", la idea de irme del país nunca se me cruzo por la cabeza. Es más, creo que es un momento en el que hay que acompañar al país como sea. Para hacer este programa tuve que bajar tanto, tanto, mis ingreso, pero me doy vuelta y hay cien personas trabajando a partir de este programa y eso es bueno. Además, creo que es bueno estar en el aire en un momento tan especial, la gente tiene una necesidad enorme de pasarla aunque más no sea un ratito bien, y eso es lo que tratamos de darle. -¿En qué género te sentís más cómodo, en la tira diaria o en el show humorístico? -Las tiras diarias no es que no me gusten, te obligan a vivir por y para un programa, a estar doce horas adentro de un canal de enero a diciembre. A que cuando te duele la muela tengas que esperar el momento justo para ir al dentista. Te cansan. Yo las hice, pero con fórceps, porque, la verdad, a los actores no nos gusta mucho hacer tiras. Yo entiendo que son negocios de los canales, pero si me dan a elegir prefiero no hacer tiras. -La competencia en la televisión argentina es feroz, ¿producís tu programa pensando en el rating? -Y sí, soy un hombre de televisión, cómo no voy a pensar en el rating. La televisión es así. A lo largo de mi carrera me tocó competir contra todos, el año pasado, que íbamos los miércoles, tuvimos que competir contra el fútbol. así que, como verás, estoy acostumbrado a competir. -Volvió Marcelo Tinelli y ahora te toca el turno a vos, ¿vuelve Telefé a ser la pantalla más caliente de la televisión argentina? -Ojalá, ojalá que sea así.
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